"La vida que tengo ahora, yo mismo me la forjé, todos los días trabajando para llegar al poder", es la primera estrofa de la canción en honor a Megateo que fue escuchada por el narcotraficante en el mes de Agosto.
El día en que conoció su canción se mostró complacido y armó una parranda durante tres días para celebrar ese corrido prohibido y que sus amigos lo escucharan.
Fue tanta la alegría de Megateo que puso su canción un viernes y sonó hasta el lunes en medio de una gran fiesta llena de mujeres y alcohol. Así dio su visto bueno.
"Soy el patrón de patrones de Norte de Santander", dice la canción que cuenta la historia de Víctor Ramón Navarro.
El día de su muerte la escuchó durante varias veces junto a sus hombres de seguridad, en una finca cercana al corregimiento de San José del Tarra, donde fue asesinado en un operativo conjunto de las fuerzas militares.
De su producción poco se ha conocido, sin embargo, fuentes de la zona contaron a La Opinión que esta era la canción sobre la vida del capo que más sonaba en el Catatumbo.
La canción habla de la debilidad Megateo por el oro, las joyas, las armas y las mujeres, y cuenta cómo durante muchos años logró conquistar a buena parte de la población del Catatumbo, quienes le veían como una especie de Robin Hood que daba generosas sumas de dinero, mercados y regalos, a cambio de su silencio y complicidad.
"Tengo dinero y amigos que me saben defender, ninguno a mí me traiciona, porque les pago muy bien, pero el día que alguién se tuerza, que no se deje coger. ", se oye en la canción.
El rey del Catatumbo
Esta melodía hasta hoy desconocida en zonas ajenas a Hacarí, San Calixto, El Tarra y La Playa de Belé, zonas por las que Megateo se movía como pez en el agua, lo define como el rey del catatumbo y advierte: "El que se meta conmigo, con plomo responderé". Casi al finalizar el corrido, como una especie de premonición, de oye: "Victor Ramón es mi nombre, 'Mega' me dicen también.. Han tratado de agarrarme, guerreándome moriré".