Se imagina que un desconocido lo aborde en la calle y sin más le regale el billete ganador del premio gordo de la lotería? Unos $7.000 millones que no le caerían nada mal.
Aunque pareciera solo un sueño el hacerse millonario sin comprar la lotería, todo es posible en la mente de los estafadores, que aprovechan la ambición de los incautos que caen en sus redes de engaños.
Pero, ¿cómo logran enredarlo y robarlo? “Muy fácil”, señala uno de los investigadores del Grupo de Seguridad Ciudadana de la Sijín de la Policía Metropolitana de Cúcuta.
“Luego de que el desconocido le deja ver la lotería, le asegura a su víctima, entre otras artimañas, que él es una persona humilde y no tiene cédula para reclamar el premio, además, que ese dinero le traería problemas por envidias dentro de su familia”, cuenta el investigador.
Para hacer más creíble esta historia, algunos de los estafadores llevan en una hoja los resultados de la lotería, que coinciden con los números y la serie del billete que tienen en sus manos, o para dar más credibilidad invitan al incauto a acercarse a una casa de apuestas donde puede corroborar las cifras.
Los estafadores - dice el funcionario judicial - le regalan a la persona el billete, pero a cambio le piden dinero en efectivo o las joyas que tengan a la mano o en sus casas, y así “el negocio queda saldado”.
Los delincuentes también le ofrecen a la víctima varios millones por hacerles el favor de cobrar el premio, pero primero le exigen un adelanto de dinero para unos supuestos gastos que se requieren antes de cobrarlo.
Caen
Bajo dicha modalidad, en la Sijín de Cúcuta cursa la denuncia de una ciudadana, quien llevó al estafador hasta su casa y le entregó $10 millones en objetos de valor.
Al día siguiente, cuando ella fue a cobrar el premio en la casa de apuestas, la felicidad se convirtió en llanto.
Los empleados detectaron que el billete de lotería era adulterado y la estafada tuvo que aclarar la situación ante las autoridades.
La Policía Metropolitana reportó recientemente otro caso en inmediaciones del parque Simón Bolívar del barrio Colsag, donde dos hombres pretendían estafar a una mujer ofreciéndole otro billete de la lotería. Pero, esta vez, sus intenciones se vieron frustradas al ser alertada una patrulla policial que capturó a uno de los sujetos.
El detenido, de 65 años, que posteriormente recobró la libertad, tenía dos billetes adulterados ganadores de lotería; además, en la cartera llevaba 69 billetes didácticos con similitudes a los originales de $5.000, $10.000, $20.000 y $50.000.
La denuncia
De acuerdo a las investigaciones adelantadas por la Sijín, algunas imprentas se estarían prestando para modificar los números de billetes de loterías, incurriendo en los delitos de falsedad en documento privado y estafa.
“Por ahora no podemos decir que haya redes de estafadores detrás de estos casos. Muchas veces, las personas no denuncian (por cuantías menores) lo que dificulta un proceso de judicialización contra los responsables”, considera el investigador.
A la Sijín llegan mensualmente entre 8 y 10 denuncias por diferentes tipos de estafas, entre las que se cuentan la del reconocido juego de la bolita (apostar por adivinar dónde está una bola debajo de tres tapas), el paquete chileno (cambiar cosas o dinero real por falso), la falsa llamada sobre familiares capturados, mensajes de texto solicitando consignaciones con diferentes mentiras y venta de predios fruto de remates judiciales.
En muchos casos, los estafadores quedan libres, puesto que el delito (de no ser agravado y de cuantía menor) es querellable y existe la posibilidad de conciliar entre las partes.
Sin embargo, tras varias denuncias y de demostrarse una asociación de personas dedicadas a estafar, la penalización puede agravarse por reincidencia y concierto para delinquir, que acarrea penas entre 10 y 15 años de prisión.
La moraleja: “de eso tan bueno no dan tanto”, enfatiza el investigador de la Sijín.Los estafadores regalan a los incautos billetes ganadores a cambio de adelantos de dinero o joyas.