En la casa de José Heriberto Flórez Acosta hay dolor, lágrimas y miradas fijas al horizonte, tras su asesinato a bala. Las caricias, las risas y la amabilidad que lo caracterizaban se apagaron la noche del martes, cuando recibió dos impactos de bala en la parte trasera de la cabeza y quedó sin vida en el taxi que conducía y con el que conseguía el sustento para su familia.
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Entre los recuerdos de la esposa del conductor quedarán grabadas para siempre las súplicas que ella le hizo horas antes del homicidio, para que no saliera a encontrarse con un hombre conocido como ‘El Turco’, que le insistió en más de 15 llamadas telefónicas que fueran al sector de Natilán, en la ciudadela Juan Atalaya, a tomar cerveza.
José Heriberto, conocido como ‘Chinche’, terminó su jornada laboral a las 8:00 de la noche, arribó a su casa, ubicada en la calle 25 con avenida 18, del barrio Aguas Calientes, de la ciudadela La Libertad, y luego de cenar, decidió aceptar la invitación de ‘El Turco’ para ir a compartir unas cervezas.
Flórez Acosta, de 46 años y oriundo de Gramalote, acordó con su esposa que iría un rato a encontrarse con su amigo, al que ningún miembro de su familia conocía, y luego pasaría a recogerla a ella, en la casa de una de sus hijas.
El presentimiento de que algo malo podría ocurrir, hizo que la mujer le insistiera en las llamadas al celular desde las 10:30 de la noche, para que regresara a su casa.
Todo parecía normal, pues José Flórez le manifestó a su esposa que estaba bien y que pronto regresaría a casa. A las 10:48 de la noche fue la última vez que la hija y la mujer del taxista oyeron su voz. En la llamada telefónica les aseguró que ya iría a buscarla, por lo que solo les quedó esperarlo, pero él nunca más regreso.
Con este asesinato, ya son cinco taxistas los que matan en Cúcuta en lo corrido de este año. Esto ha provocado que el gremio de ‘la mancha amarilla’ vuelva a elevar su voz de protesta por la inseguridad de la ciudad, pues diariamente también son víctimas de la delincuencia.
Además, uno de los líderes de los taxistas en la capital de Norte de Santander fue amenazado de muerte.
La trágica noticia
Diez minutos después, el teléfono de la esposa empezó a sonar de nuevo y ella, invadida por el presagio de algo malo, decidió entregárselo a una vecina para que contestara. El anuncio de una trágica noticia no se prolongó más: el cadáver de José Heriberto fue hallado en el puesto delantero del taxi marca Chevrolet Corsa, de placas URM-446, con sus manos hacia abajo y con los impactos de bala en la cabeza.
Una patrulla de la Policía Metropolitana que adelantaba labores de control por un tramo del Anillo Vial Occidental, se percató de que a un costado de la vía, muy cerca de San Fernando del Rodeo, un taxi estaba estacionado y apagado, por lo que de inmediato se acercó a verificar qué había ocurrido, hallando el cadáver de la víctima.
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La primera de las familiares en conocer el hecho fue la hija del taxista, que no tuvo otra opción que transmitirle la amarga noticia a su mamá, en medio de lágrimas.
Mientras que los familiares se organizaban angustiosamente para arribar al sitio del crimen, miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) adelantaba rigurosas pesquisas para no perder ningún detalle ni evidencia que pueda ayudarles a esclarecer el homicidio.
Los investigadores recolectaron algunas ojivas de las balas que recibió la víctima, así como huellas dactilares. Las autoridades presumen que el homicida de Flórez iba sentado en la parte trasera del vehículo, por la trayectoria de los impactos.
No fue un atraco
En medio de la inspección del crimen y el levantamiento del cadáver, los peritos hallaron el celular de la víctima y otras pertenencias, lo que les hace descartar que el hecho fuera producto de un robo.
Precisamente, en el teléfono del taxista quedaron registradas las llamadas que recibió insistentemente para que saliera de su casa a tomar cerveza.
Lo más extraño para las autoridades y para la misma familia es que José Flórez Acosta no trabajaba de noche y no le gustaba moverse por el Anillo Vial Occidental. Su rutina iniciaba a las 4:30 de la madrugada, hacia la Central de Abastos (Cenabastos) y luego regresaba a su casa a las 9:00 de la mañana.
Después, volvía a recorrer la ruta entre la ciudadela La Libertad y el centro, sin frecuentar el lugar por donde fue asesinado.
“Él era muy conocido, era trabajador, amigable y servicial. ¿Por qué lo mataron si era un hombre bueno?”, se preguntó la hija de Flórez en medio de gestos de tristeza.
No se dejó robar
En noviembre de 2019, José Heriberto fue herido con un cuchillo por un presunto atracador, justo en el Anillo Vial Occidental, donde la noche del martes perdió la vida.
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Sin embargo, en esa ocasión, la víctima se defendió y también agredió al atracador con un cuchillo que él utilizaba para defenderse de la delincuencia. En ese momento le robaron el dinero del producido y el celular.
Los familiares de Flórez Acosta recordaron que el único problema que conocían de su ser querido fue una riña en la que intervino en su pueblo natal, hace aproximadamente cuatro años, pero descartaron que esto tuviera algo que ver con el asesinato.
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