Las detonaciones de los disparos que acabaron con la vida de Jordi Armando Pabón Rico, de 26 años, alarmaron a los vecinos de la avenida 51 entre calles 18 y 19, del barrio Antonia Santos, cuando el reloj marcaba las 8:40 de la noche del viernes.
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La víctima fue atacada por desconocidos, mientras caminaba por este popular sector de la ciudadela Juan Atalaya.
“Él cayó ahí en la mitad de la calle y luego llegó una patrulla de la Policía y se lo llevó para el Policlínico, sin importar que ya estaba muerto”, dijo un vecino del sector.
Pabón llegó sin vida al centro médico, por lo que las autoridades iniciaron las pesquisas del crimen, mientras los miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) se encargaron de la inspección en la escena del ataque y el levantamiento del cuerpo.
Los impactos de bala fueron directo a la cabeza de Jordi Armando. Las autoridades presumen que el agresor le disparó con un revólver, porque en el lugar del ataque no se hallaron vainillas.
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Los uniformados que atendieron el caso, conocieron que Pabón Rico, al parecer, era consumidor de drogas y que se dedicaba al reciclaje.
Extraoficialmente se conoció que el año pasado fue detenido por el delito de fabricación, tráfico o porte de estupefacientes.
En Antonia Santos delinquen dos estructuras de microtráfico que se disputan el dominio del territorio, por lo que constantemente se cometen hechos de violencia que alteran la tranquilidad del sector.
Las autoridades avanzan en las investigaciones para establecer si este reciente homicidio obedece a este enfrentamiento entre bandas delincuenciales que generan temor y muerte entre la población.
