Para Hugo Santiago, un veedor de tránsito reconocido en Cúcuta, la pérdida de su hijo Sergio Santiago Sierra, de 35 años, ha sido uno de los dolores más fuertes que ha tenido que soportar. Están a punto de cumplirse tres meses desde que se cometió el asesinato y  aún no se ha avanzado en la investigación.

El pasado 12 de febrero, este padre desesperado, radicó un oficio en la Fiscalía de Cúcuta para conocer el estado del proceso de la investigación, pero la respuesta es que no han encontrado nada, según el hombre, ni siquiera le han entregado los resultados de la necropsia.

“Yo veo que la investigación sobre la muerte de mi hijo está estancada. Aún no se sabe quién fue, según dicen los investigadores, es que las cámaras no mostraron nada, habiendo dos ubicadas muy cerca del lugar de los hechos”, comentó el padre de la víctima.

Cada día que pasa –dice Hugo- se siente más el vacío para la familia, pues no comprenden el por qué los sicarios acabaron con la vida del menor de los tres hermanos.

“Lo que no comprendo es si los investigadores son selectivos o qué es lo que pasa. Parece que atendieran los casos por orden de importancia, no hay voluntad por parte de la Fiscalía de avanzar en esto”, reclamó el familiar.

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Tras la muerte de Sergio Santiago, los hijos de él, de 10 y 12 años, quedaron a cargo de su abuelo (Hugo), pero su crianza se ha tornado difícil por las secuelas que dejó el crimen, incluso, desde entonces están asistiendo a terapia con un psicólogo.

“Mis nietos no la están pasando bien. Son dos niños que se quedaron sin papá, un hombre al que adoraban. Cada vez que yo los veía jugando en el parque, parecían tres niños. Mi hijo hacía todo por sus hijos y me lo mataron”, contó entre lágrimas.

La familia de Sergio espera con ansia el día que las autoridades capturen a los responsables de matar a sangre fría a la víctima, es por eso que piden acelerar los procesos investigativos.

Así fue el crimen

La noche del 30 de noviembre de 2023, a las 9:40 de la noche, Sergio Santiago Sierra llegó hasta la avenida 5 con calle 25, del barrio Buenos Aires, entró a un establecimiento comercial y compró un energizante, luego se sentó afuera a esperar la hora de inicio de su jornada laboral.

Veinte minutos más tarde, la víctima jugaba con su celular y no se percató de la presencia de un hombre armado que lo estaba rondando.

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El pistolero, aprovechando el descuido de Santiago, se le acercó y sin mediar una sola palabra, le disparó en repetidas oportunidades.

“El tipo llegó a acribillarlo, él disparó en ráfaga, iba a llenar su cuerpo de plomo, sin embargo, mi hijo recibió solo cuatro impactos que fueron fulminantes. El asesino era alto, tenía el casco puesto, un buzo azul oscuro, estaba todo cubierto”, contó el padre de la víctima.

Según Hugo Santiago, su hijo habría quedado gravemente herido, pero no fue auxiliado por ninguna persona, “ni siquiera por las autoridades quienes, al parecer, habrían llegado tres minutos después del crimen”.

Hacía las 11:00 de la noche, de ese 30 de noviembre del año pasado, el papá de la víctima recibió la llamada que lo alertaba del hecho. Él de inmediato se trasladó en su motocicleta hasta el lugar, encontrando el cuerpo sin vida de Sergio Santiago.

“Me lo dejaron morir ahí, cuando yo llegué estaba la Brinho, el cuerpo de mi hijo estaba todavía caliente, pero ya había muerto. Fue un momento desgarrador (…)”, contó el entristecido padre.

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La amenaza que recibió Sergio

Quince días antes de su asesinato, Sergio Santiago habría recibido una amenaza en la que le decían que era mejor que se fuera del barrio. Su trabajo como vigilante informal, era una ‘piedra en el zapato’ para quienes tomaron el control de la zona.

“A él le habían dicho que se abriera de ahí, que no lo querían ver más y buscamos otras opciones de trabajo, pero como no le fue bien, él (Sergio), quiso regresar al barrio, pero el jueves (30 de noviembre) ya lo estaban esperando”, aseguró Hugo Santiago.

Según una fuente extraoficial, el autor intelectual de ese crimen habría sido Ever Carreño Corredor, conocido en el mundo criminal con el alias de Porras. Al parecer, la labor de Sergio Santiago estaba afectando su actuar delincuencial en ese punto de la Comuna 7.

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