Un doble homicidio volvió a sacudir a Villa del Rosario, el pasado 5 de abril. Dos cadáveres se encontraron en la parte alta del barrio Antonio Nariño, los cuales, hasta ese momento, estaban sin identificar.
Lo que la familia de Gabriel Alexander Belloso Peña jamás imaginó era que uno de esos cuerpos sería el de su ser querido, quien se encontraba desaparecido desde el día anterior.
El “calvario” para los familiares de una de las víctimas inició ese 4 de abril, cuando desconocían sobre el paradero de Belloso Peña.
“Nosotros hablábamos con él seguido, nos comentaba que todo estaba bien, que estaba trabajando. Pero ese jueves, mi muchacho no contestó más ni los mensajes ni las llamadas”, comentó, entre lágrimas, la abuela de Gabriel.
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No saber nada sobre el joven, de 23 años, les empezó a preocupar aún más y fue así como el 8 de abril publicaron en las redes sociales sobre su desaparición, desconociendo la tragedia de la que pronto se iban a enterar.
“A mi papá le dijeron que a él lo habían capturado porque no tenía los papeles al día, ahí tuvimos como una luz de esperanza porque estaba vivo, entonces cuadramos con mi abuela para que ella viajara desde Venezuela hasta Cúcuta a verlo”, dijo la hermana de la víctima.
El 10 de abril, la mujer llegó a la capital nortesantanderana y se acercó a las instalaciones del Búnker de la Fiscalía, en donde le dieron la noticia: a su nieto lo habían encontrado muerto.
“Allá no aparecía ninguna captura con su nombre. Luego me dijeron que tenían dos cuerpos sin identificar y cuando me mostraron las fotos, ahí estaba mi Gabriel, el niño que yo crié”, contaba la abuela mientras sus lágrimas recorrían su rostro.
Tras conocer la noticia, su hermana que reside en Bogotá, también arribó a Cúcuta y durante dos días, adelantaron las diligencias para que les entregaran el cuerpo del joven.
“Nosotros somos de escasos recursos y no contamos con lo suficiente para llevárnoslo para Venezuela. Hemos acudido a varios lugares a ver si nos pueden colaborar pero esto de verdad es algo muy duro”, añadió la hermana.
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Soñaba con ser Policía
Mientras esperaban en una de las sillas de la funeraria, las dos mujeres recuerdan a su Gabriel como un joven amable, noble y que siempre estaba dispuesto para ayudarlos a todos.
Desde muy niño aprendió sobre latonería y pintura, que era en lo que se desempeñaba en Barquisimeto, sin embargo, la difícil situación económica lo impulsó a hacer su maleta en el 2022 y viajar a San Antonio, para radicarse allí.
“Nos preocupábamos muchos porque todos los días atravesaba esas trochas tan tarde. Él trabajaba como carretillero, barriendo, limpiando, cargando bultos, lo que lo pusieran a hacer”, comentó la hermana de la víctima.
Coinciden en que el sueño más grande de Gabriel era ser Policía, además de volver a tener a toda su familia unida en un solo lugar. Su mamá y su hermana mayor viven en Estados Unidos; su papá y su abuela, en Venezuela; mientras que su hermana menor, en Bogotá.
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El asesinato
Sobre el hecho se conoce muy poco tan solo la noticia de dos cadáveres en la parte alta del barrio Antonio Nariño, de Villa del Rosario, justo en el límite con Los Patios.
Ninguno de los cuerpos había podido ser identificado porque no tenían los documentos a la mano, por lo que la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho), realizó la inspección técnica de la escena y el levantamiento de los cuerpos que estaban atados de manos. En el lugar se encontraron 6 vainillas y 1 proyectil.
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