La Policía Metropolitana (Mecuc) le bloqueó una vez más a los gaitanistas las intenciones de montar su imperio del terror en Cúcuta y El Zulia. El jueves, en la madrugada, capturaron a quienes habrían enviado con esa misión.

Se trata de Jorge Iván Córdoba Martínez, conocido como ‘El Viejo’, quién, según las autoridades, tendría más de 20 años de trayectoria criminal, pues perteneció al Bloque Héroes del Llano de las extintas Auc, luego hizo parte de bandas como Los Rastrojos y Clan Úsuga, y ahora estaría delinquiendo con los gaitanistas (como ahora se hace llamar el Clan del Golfo).

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Entre su historial estaría que el coordinaba a instructores especializados en adoctrinar a los menores de edad, para preparar a la nueva generación de criminales que servirían a los gaitanistas en escuelas clandestinas. 

Además de su papel en el reclutamiento de menores –según las autoridades- ‘El Viejo’ estuvo vinculado a la instrumentalización de la población civil en el Bajo Cauca antioqueño. 

Él ya había sido capturado en marzo de este año en un operativo realizado en Chuchui, zona rural de Tarazá (Antioquia), incautándole armas, municiones, una camioneta y $12 millones en efectivo, pero lo más extraño es que estaba libre y delinquiendo.

Además de Córdoba Martínez, Joaquín Antonio García, alias Llanero, también fue capturado en Cúcuta. Este hombre, según la Policía, fungía como jefe militar de la estructura ‘Luis Orlando Padierna Peña’, que estarían reorganizando en esta parte del país.

Las autoridades, en otro allanamiento, también detuvieron a tres hombres identificados con los alias de Amarillo, Flaco y Primo, que presuntamente serían el brazo armado de esa organización criminal.

Estas dos personas -señaló una fuente judicial- fueron enviadas directamente por ‘Chiquito Malo’, máximo líder del Clan del Golfo, para que se encargaran de reorganizar la estructura armada que tienen en esta zona fronteriza para iniciar una arremetida violenta contra otras bandas criminales y así tener el control territorial y seguir con su expansión hacia otros municipios de Norte de Santander.

El operativo

Desde hace más de dos meses, en diferentes barrios de Cúcuta y El Zulia comenzaron a aparecer grafitis con las siglas ‘EGC’ (Ejército Gaitanista de Colombia), además de mensajes que aseguran que se iniciará una mal llamada limpieza social.

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“Ellos ahora se quieren hacer llamar así (Ejército Gaitanista de Colombia) para crear confusión, por eso es que están pintando esos grafitis”, sostuvo el coronel William Quintero, comandante de la Mecuc.

A partir de eso, la Policía inició una investigación y por fuentes de inteligencia conocieron que efectivamente esta organización criminal pretendía tomarse varios puntos de los dos municipios, así como reactivarse en la zona rural de la capital de Norte de Santander.

Y fue así como se enteraron de que ‘El Viejo’ y ‘Llanero’ llegaron a Cúcuta para encargarse de ese tema. Ante eso, lograron recopilar la información suficiente y al ubicar que ellos tenían unas viviendas en las comunas 6 y 8 como escondites, la Fiscalía ordenó los allanamientos, y hace dos días los capturaron.

“Este es un golpe contundente contra esos bandidos, que querían comenzar una expansión y no se lo permitimos. Ellos llevarían como dos meses acá, primero estuvieron en una finca y los intentamos capturar, pero el cabecilla se nos voló, luego se vinieron para Cúcuta, pero como les teníamos seguidos los pasos, los capturamos” aseguró el alto mando policial.

Pero las autoridades estaban detrás de ‘Llanero’, pues era el que más tenían identificado, por eso se llevaron una sorpresa cuando en el allanamiento se encontraron con Jorge Iván Córdoba Martínez, a quien también detuvieron.

Las autoridades creen que ‘El Viejo’ ya tendría al menos 35 hombres organizados dentro de la estructura ‘Luis Orlando Padierna Peña’. “Ese tipo ya había reclutadas a varias personas y estaban listos para comenzar a matar y controlar el tráfico local de drogas”, comentó una fuente judicial.

Cabe recordar que esa banda ya tiene injerencia en zona rural de Cúcuta, especialmente con la que colinda con Puerto Santander, donde mantiene una guerra constante contra el Eln, en los últimos cuatro años.

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