La bandera de Colombia se paseó en la edición 2021 del Festival de Cannes, uno de los más importantes del cine mundial, con un aviso que llamó la atención de actores, directores, prensa...: 'SOS Colombia'.
El escenario del mensaje, que clama por una salida a la crisis social que el país afronta en medio de la pandemia y que ocasionó recientemente una serie de protestas y bloqueos, fue la alfombra roja de la primera proyección de la película ‘Memoria’ y era sostenido por actores de la talla de Tilda Swinton, Juan Pablo Urrego, Elkin Díaz y Jeanne Balibar, así como por el cineasta tailandés Apichatpong Weerasethakul.
Recordemos que Elkín Díaz es un actor cucuteño, así como Juan Pablo Urrego (reconocido por su papel de Hernán Darío en la serie ‘Sin senos sí hay paraíso’) y fue invitado al evento francés gracias a su participación en la película ‘Memoria’, la cinta busca ganar la Palma de Oro.
Díaz tiene más de 30 años de trayectoria artística en Colombia. Es un hombre de teatro que también se ha lustrado una carrera exitosa en la televisión, gracias a disímiles villanos en incontables telenovelas colombianas.
"Soy cucuteño cien por ciento. Siempre trato de poner mi sello nortesantandereano a cada uno de mis personajes, que es ese temperamento recio y fuerte. Somos gente trabajadora y pujante, gente echada pa’ lante y con orgullo siempre llevo el rojo y negro encima", dijo hace unos años en una entrevista con La Opinión.
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Un Cannes bioseguro
El Festival de Cannes arrancó su edición 2021 el 6 de julio y planea continuarla hasta el día 17 de este mismo mes. Se trata de uno de los eventos más importantes del cine mundial y ahora, entre sus estrellas, glamour y arte, se cuelan las medidas bioseguras para prevenir contagios de COVID-19.
De manera que la 74 edición arrancó con una imagen poco habitual: el control del certificado sanitario o de la prueba negativa de COVID en los accesos al Palacio de Festivales.
Para quienes disponen del certificado COVID europeo, el trámite de entrada es más ligero, pero no es válido el que viene de países terceros, como EE. UU., con la consiguiente indignación de quienes se han vacunado allí, que deben hacerse un test.