En esta ocasión Jairo Contreras fue ‘invitado’ a esculpir flores, bocas de tiburones, dinosaurios, pájaros, en fin, un sinnúmero de criaturas donde los artistas podrán ‘coquetear’ con cada escena.
En un espacio de 800 metros se hará el montaje final, el martes 26 de marzo, de la escenografía “que será usada para una serie de shows teatrales”, según explicó el maestro en Bellas Artes.
En cada escultura ha usado bloques de icopor (poliestireno expandido) “que luego se recubren con una serie de empastes y materiales especiales que dan un acabado final de dureza, textura y resistencia, al sol, al agua, y pueden quedar a la intemperie”.
Los formatos son gigantes. En el gran taller, donde se sueldan las estructuras, se alzan figuras de tres, cinco y hasta siete metros, con movimientos, que llamarán la atención de los visitantes a ese centro comercial o al transeúnte.