"Espero un milagro", dice angustiada Beatriz Mercado en el hospital a donde llevó a su hijo de 31 años apenas lo encontró tirado en la cocina de su casa. "No respiraba casi", dice Mercado y exclama "¡Hagamos algo".
El Ministerio de Salud bonaerense debió emitir el miércoles una inédita "alerta epidemiológica" y pidió a los consumidores desechar sustancias adquiridas recientemente por precaución.
La sustancia letal sigue bajo análisis pero Berni anticipó que contiene un opioide porque muchos intoxicados reaccionaron positivamente al tratamiento médico para esos casos de abuso de consumo.
Problema creciente
El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, sostuvo que el problema del tráfico y consumo de drogas ilegales en el Gran Buenos Aires, de 10 millones de habitantes, "tiene la gravedad que tuvo siempre, con el agravante de una sobreproducción y sobreoferta" de sustancias de bajo costo y calidad.
Según Berni, en la Ciudad de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires, que concentran un 40% de la población argentina, "hay una venta de 250 mil dosis de cocaína todos los días es el piso de lo que se calcula".
Argentina se incorporó a las rutas internacionales del narcotráfico en los años 70. Ya a mediados de los años 80 se incautaba media tonelada de cocaína al año y una década después, cuatro veces más, según registros oficiales.
En 2020, en pandemia, el consumo de drogas ilegales cayó y se incautaron 2,7 toneladas de cocaína y 198 toneladas de marihuana. En 2017, se había incautado un récord de 12,1 toneladas de cocaína.
Rosario, 300 kilómetros al norte de Buenos Aires, tercera ciudad más poblada del país, viene sufriendo desde hace un par de años por el narcotráfico y la violencia que genera.
La ciudad registró el año pasado 231 homicidios vinculados con el narcotráfico y decenas de balaceras contra edificios públicos y privados con fines de extorsión, informó la agencia pública de noticias Télam.