
Estados Unidos retiró formalmente a Cuba de la lista del Departamento de Estado sobre países de que promueven el terrorismo, en un paso fundamental para la marcha de las recomposición de relaciones diplomáticas.
“El plazo de 45 días de notificación al Congreso ha expirado, y el Secretario de Estado tomó la decisión final de rescindir la designación de Cuba como Estado Promotor del Terrorismo, que se torna efectiva hoy (ayer)”, expresó el vocero del Departamento de Estado, Jeff Rathke, en su nota. Cuba fue incluida en esa lista en 1982, bajo el argumento de que servía de santuario a militares de la organización vasca Eta y ofrecía soporte a la guerrilla colombiana de la Farc.
Cuba, apuntó la nota, “no ha proporcionado ningún soporte al terrorismo internacional en los últimos seis meses” y además “ha proporcionado garantías de que no apoyara actos de terrorismo en el futuro”. La medida requerirá aún la publicación de la medida en el diario oficial estadounidense, el Federal Register, pero la cancillería en Washington dejó claro que la remoción de Cuba de ese listado se torna efectiva de inmediato.
Funcionarios de los dos países siguen elaborando los detalles para el eventual restablecimiento pleno de las relaciones diplomáticas, incluso la apertura de embajadas en Washington y La Habana y el retorno de embajadores a ambas delegaciones por primera vez desde que Estados Unidos cortó relaciones diplomáticas con la isla en enero de 1961. La remoción de Cuba de la lista negra era una demanda clave de La Habana.
Funcionarios de los dos países han dicho que están próximos a resolver las cuestiones finales pero la más reciente serie de conversaciones concluyó el viernes pasado sin ningún anuncio de acuerdo.
Los dos países dicen que las embajadas serán un primer paso en un proceso más amplio de normalización de relaciones. El esfuerzo deberá lidiar con cuestiones más complicadas como el embargo, que solo el Congreso estadounidense podrá revocar plenamente; el futuro de la prisión militar estadounidense en la Bahía de Guantánamo y la situación de la democracia en Cuba.