Además, está agradecido con esta deidad porque varios "nietos llegaron a Estados Unidos sin problemas".
Cada 28 de octubre, los fieles conmemoran el día de San Simón o "Monchito", quien, sentado sobre una silla de madera rodeada de dinero, botellas de cerveza y licor, luce un rostro occidental inexpresivo con un espeso bigote, vestido con un traje oscuro y la cabeza cubierta con un sombrero negro.
En el lugar de peregrinación, al que también llegan centroamericanos y mexicanos, guías espirituales realizaron "limpias" o "purificación" con tabaco, flores y aguardiente, mientras la música suena con estridentes bocinas que se mezcla con canciones de mariachis, que ofrecen sus servicios a los fieles.
"Espiritualmente es trabajar con velas, limpias y los montes (son) para sacar todo espíritu malo", dice a la AFP la guía Mirna Rendón.
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"El guaro (aguardiente) y la cerveza se tira (rocía en el cuerpo) para limpiar a las personas que vienen enfermas", agrega esta seguidora ataviada con traje típico y sombrero, quien comenzó a adorar al santo desde hace 53 años cuando tenía 12 años de edad.
"Todo el homenaje que le hacemos al hermanito San Simón, como el dinero y las flores es para darle agradecimiento. Vienen muchos que trabajan en la prostitución", afirma.