Con la voz entrecortada y quejándose por el dolor que sentía en todo el cuerpo, una empresaria cucuteña del aceite de palma, le narró a La Opinión esos momentos de pánico que vivió el atardecer del lunes, cuando dos delincuentes armados la raptaron junto con su camioneta Toyota 4Runner.
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La mujer aseguró que hacia las 5:00 p. m., ella y su hija estaban haciendo deporte por los alrededores de un comercial que esta por el Anillo Vial Oriental, como la empresaria lo venía haciendo desde hacía dos meses, pero una hora y media después terminaron y decidieron tomarse un jugo de patilla.
Minutos más tarde, la joven empresaria decidió ir hasta donde tenía estacionada la camioneta a buscar dinero y cuando abrió la parte de atrás, aparecieron dos hombres armados, quienes la amedrentaron y le ordenaron que se subiera rápidamente al vehículo sin gritar o hacer algún movimiento.
“Cuando voy a dejar algunas cosas y buscar dinero en el carro, abro por la parte del chofer… cuando ellos me llegan y me dicen ‘entre, entre’ y yo les digo para dónde, porque pensé que me iban a robar lo que tenía ahí. Me hacen bajar la cabeza y me hacen meter (en el asiento trasero de la camioneta), junto con uno de los delincuentes, mientras el otro manejaba”, relató la víctima.
Invadida por el pánico y sin dejar de pensar en su hija, que estaba a unos cuantos metros, la víctima accedió a las órdenes de los hombres armados y se subió al vehículo, sin despertar alguna sospecha para que los delincuentes se dieran cuenta de la pequeña.
Sin embargo, la niña, al ver lo que pasaba con su mamá, alcanzó a lanzar unos gritos, pero los asaltantes no le prestaron atención y emprendieron la huida con la mujer y la camioneta.
El trayecto
“El hombre que iba en la parte de atrás, estaba muy nervioso, me apuntaba con el revólver en la nuca y yo le comencé a hablar para que se calmara, pues tenía miedo que me disparara”, sostuvo la víctima.
Los atracadores buscaron la vía para salir al Anillo Vial Oriental y de ahí tomaron rumbo a Boconó, pero al llegar a la glorieta de El Escobal, la mujer alcanzó a ver a una patrulla de Policía, lo que puso más nerviosos a los hombres, quienes comenzaron a dudar y a decir que si la tiraban a ella del vehículo o si seguían más rápido.
Uno de los delincuentes le habría dicho al otro que era mejor seguir con la víctima, porque sería una prenda de garantía, además, habrían hablado de meterse por una trocha fronteriza rápidamente.
Una vez los delincuentes lograron pasar desapercibidos por el lado de los policías, siguieron su rumbo, llegando a la antigua vía de Boconó que pasa por barrios como Las Margaritas o La Esmeralda y urbanizaciones como El Cují, entre otras. En el trayecto el chofer le dijo a su cómplice que le quitara las pertenencias a la empresaria, pero, ella solamente llevaba un reloj, que usaba especialmente para trotar, el celular y un dinero.