Consolidación de los datos
Unas 30 familias del centro poblado claman la ayuda humanitaria de emergencia representada en subsidios especiales con la adquisición de semillas, insumos, abonos y fertilizantes para continuar con la producción agropecuaria.
El coordinador de esa dependencia, Gustavo Adolfo Paba Navarro, recopila toda la información para enviarla a la Consejería departamental y Unidad Nacional de Gestión del Riesgo con la finalidad de brindar la atención a las necesidades básicas.
Igualmente, el director de la Oficina de Desarrollo Rural de Ocaña, José Luis Amaya Pérez, elabora un documento con todos los datos suministrados por los damnificados para subirlos a la plataforma del ministerio de Agricultura, acceder a los subsidios y superar la calamidad.
El funcionario indica que en la recta final de la actual administración la capacidad de respuesta está mermada y se requiere un adicional para superar la emergencia.
“Pocos tienen la costumbre de adquirir el seguro de cosecha y las propiedades, ante los intempestivos cambios climáticos pierden todo el patrimonio financiero”, reiteró.
La ventisca levantó los techos de las viviendas y los plásticos de los invernaderos quedando con las deudas en entidades crediticias. “Con el afán de no quedar mal, los agricultores tramitan préstamos en el Agrario, también con el Crediservir y por último se comprometen con el Banco de la mujer. La economía rural tambalea, no hay estabilidad de precios y algunos cultivos no son rentables”, agrega.