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Ocaña
Denuncian maltratos en el hospital de Ocaña
Estalla crisis ante la renuncia de especialistas en el centro asistencial. Aseguran que fue “peor el remedio que la enfermedad”.
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Javier Sarabia Ascanio
Javier Sarabia
Miércoles, 12 de Mayo de 2021

En medio del pico más alto de la pandemia y cuando se ha declarado la alerta roja por el elevado número de contagios, estalla la crisis en el Hospital Emiro Quintero Cañizares de Ocaña con la renuncia de algunos especialistas.

Existe el malestar generalizado entre los profesionales de la salud por el maltrato dado durante la interventoría de la Superintendencia Nacional de Salud, lo que agrava la situación de emergencia.

De acuerdo con el cronograma fijado luego de los 87 hallazgos de inconsistencias, ese proceso finalizó ayer, 11 de mayo, y se debe entregar la Empresa Social del Estado al gobierno departamental. 

El presidente del Sindicato de Trabajadores Hospitalarios, ANTHOC Norte de Santander, Arístides Hernández Duarte, califica como delicada la problemática e indica que la mesa de las centrales obreras del departamento exigen al gobernador, Silvano Serrano, en el pliego de peticiones, la imperiosa necesidad de la devolución del hospital de Ocaña y denuncia ante la Procuraduría General de la Nación presuntas irregularidades cometidas por el agente interventor, médico cirujano Yamil Roberto Blel Cervantes.

Considera como “peor el remedio que la misma enfermedad” en el centro asistencial donde se denuncia el despido masivo de los trabajadores ante la supuesta mirada complaciente de los miembros del sindicato de Ocaña quienes presuntamente recibirían beneficios especiales.

“Espero que cuando despierten, no sea demasiado tarde y solo dejen el cascarón porque esa gente encontró la gallinita de los huevos de oro y no quieren soltar las riendas”, detalló Hernández.

Afirmó que, “el hueco será bastante grande, ya que la interventoría le cuesta al hospital 300 millones de pesos mensuales, el agente Blel Cervantes se lleva 37 millones de pesos en honorarios y la ‘corte celestial’, entre la que se encuentra la subdirectora científica, se disputa el resto de los recursos. No es justo que eso ocurra con Ocaña en donde las fuerzas vivas y organismos de control no actúan. Cómo no se van a amañar con esos sueldos exorbitantes, un clima paradisíaco, viviendo en un hotel a todo taco y buenas compañías”, agregó Hernández.

La Opinión intentó obtener una respuesta por parte del agente interventor, pero desde la jefatura de prensa indicaron que están haciendo las consultas pertinentes para emitir un comunicado.

Hospital-de-Ocaña

(Piden la presencia de la Defensoría Regional del Pueblo, la Personería, Procuraduría y la Contraloría para que tomen decisiones certeras y evitar el caos. / Foto: Cortesía)

El dedo en la llaga

Los médicos geriatras, Juan Carlos Pérez Parada y Alejandra Palacios, indicaron que han sido víctimas de maltratos por parte de la subdirectora científica, Eucaris Echeverría Herrera, y deciden dar un paso al costado.

Pérez Parada toma la vocería de los profesionales de la salud ante el descontento generalizado de todo el personal del centro asistencial. “Uno espera que los cambios sean para el bienestar general y ante los atropellos decidimos levantar la bandera del reclamo para conseguir mejores condiciones laborales y más cuando existe una alerta roja. No peleamos por salarios, es por el derecho que tiene cada trabajador de la salud”.

Asegura que el acoso y maltrato se presenta desde los primeros días de la intervención y por temor nadie denunciaba. Ahora que se dan los despidos masivos y la persecución laboral se conoce la cruda realidad.

A través de un comunicado, expusieron la obligatoriedad para realizar turnos nocturnos por parte del grupo de geriatría, justificando esto por la situación de alerta roja actual.

“Hemos decidido renunciar a esta institución por considerar que se están cometiendo numerosas irregularidades en la contratación de personal, imposición de actividades que no corresponden al perfil profesional y no estamos de acuerdo que sigan cometiendo atropellos por parte del grupo interventor de la Supersalud”, puntualizan en el comunicado.

Los afectados con esas medidas piden la presencia de la Defensoría Regional del Pueblo, la Personería, Procuraduría y la Contraloría para que tomen decisiones certeras y evitar el caos.

Solicitan a los organismos de control adelantar las investigaciones para frenar las posibles inconsistencias en el manejo del centro asistencial. La Opinión conoció que también entregó la carta de renuncia el médico internista de mucha trayectoria, Marvin Anteliz.

Hernández Duarte, indica que se anuncia la llegada de personal de la costa norte colombiana “pisoteando los derechos laborales de los héroes de la salud que han expuesto sus vidas ante la propagación del virus”.

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