A pie, en bicicleta y utilizando el servicio público de pasajeros transcurrió el día sin carros y motocicletas dedicado al medioambiente ayer en Ocaña.
El Laboratorio de Calidad del Aire de la universidad Francisco de Paula Santander, seccional Ocaña, adelantó el análisis de la contaminación auditiva y el ocasionado por material particulado para que los gobernantes de turno tomen los correctivos en el aspecto ambiental.
De acuerdo a las fuentes móviles y fijas los puntos más críticos se encuentran en la cuesta del Instituto de Cultura y Bellas Artes, plaza de mercado, avenida Francisco Fernández de Contreras, circunvalar y Santa Clara en la Ciudadela Norte, indicó el magister en gestión ambiental de la universidad, ingeniero Alexander Armesto Arenas.
Asimismo, funcionarios de la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental, Corponor, hicieron las mediciones en aquellos sitios álgidos donde se generan altos niveles de ruido.
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Con sonómetro en mano los ingenieros determinaron el número de los decibeles antes, durante y después del ejercicio en aquellos lugares de mayor flujo vehicular como plaza de mercado, calles céntricas, avenida Francisco Fernández de Contreras y la cuesta de Santa Clara donde históricamente se exceden los límites.
Un mapa de ruido
Esos datos servirán de insumo para el mapa de ruido como componente ambiental del Plan de Ordenamiento Territorial y adoptar estrategias a ejecutar con programas encaminados a la conservación del medio ambiente, indicó el coordinador de Control y Vigilancia de Corponor, ingeniero Juan Carlos Rodríguez Osorio.
La medida no aplicó para transporte público a nivel local y municipal, medios de movilidad para personas con capacidades diversas, empresas de mensajería, entidades como la Policía y el Ejército, Cuerpo de Bomberos o ambulancias.
Los uniformados hicieron controles sobre los ejes viales de mayor afluencia e impusieron los comparendos a los infractores de las normas fundamentales, indicó el secretario de Movilidad y Tránsito, Leonardo Moreno Bonilla.
Muchas personas utilizaron medios alternativos de transporte, amigables con el medio ambiente y uso de los servicios públicos de traslado para cumplir con normalidad sus actividades diarias.
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El director de la Unidad Técnica Ambiental, ingeniero Harwin Blanco León, coordinó mediciones de ruido y reducción de gases de efecto invernadero para generar un contraste con una jornada de flujo vehicular normal a través del Comité de Control y Vigilancia Ambiental.
Un día diferente
Durante la jornada, se destacó la implementación de puntos de hidratación ubicados en lugares concurridos de la ciudad, como la avenida Francisco Fernández de Contreras, la Plaza Parque 29 de mayo y el parque de San Francisco.
“Es una oportunidad para tomar conciencia sobre la importancia de reducir la contaminación y contribuir a la preservación del medio ambiente, y a la creación de una ciudad más sostenible y amigable para todos”, agregó Blanco.
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Resaltó el comportamiento de la gente acatando las disposiciones para dar un respiro al planeta tierra en épocas del calentamiento global.
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