El gerente encargado del hospital regional Emiro Quintero Cañizares, enfermero jefe José Manuel Galeano Puentes, indicó que la intervención de la Superintendencia Nacional de Salud no fue la más conveniente y adelanta las gestiones para una fuerte inyección de recursos al centro asistencial de Ocaña.
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La cartera morosa de las EPS supera los $103.000 millones donde se trazan estrategias para aumentar los recaudos y mejorar los servicios a unos 350.000 usuarios de la provincia de Ocaña, sur del Cesar y zona del Catatumbo.
Además, el pasivo contingente se puede elevar a los $65.000 millones debido a demandas perdidas por el hospital en los últimos años.
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“Existen 115 procesos de los cuales el 90 por ciento se ha perdido, entonces se proyecta la conformación de un equipo jurídico para salvar al hospital cueste lo que cueste”, indicó Galeano.
La nueva torre, una prioridad
El gobernador de Norte de Santander, Silvano Serrano, en su reciente visita reconoció la situación y anunció $1.000 millones para estudios y diseños de la nueva torre donde se ofrecerán las distintas especialidades.
El objetivo es alcanzar el tercer nivel de complejidad y evitar el ‘paseo de la muerte’ hacia las grandes capitales del país, reiteró el mandatario seccional.
Dirigentes de la región consideran como infortunado el paso de la Superintendencia Nacional de Salud por Ocaña.
“En estos Diálogos Regionales Vinculantes incluyamos como una iniciativa prioritaria y estratégica para la provincia y la región del Catatumbo. Mejorar la infraestructura del hospital significa poder atender a toda la población porque es el referente de toda la provincia de Ocaña”, reiteró.
Manifiesta que hace dos meses se retomaron las riendas del hospital y quiere que los líderes sociales sean los veedores de los servicios que se prestan en el centro asistencial.
“Vamos a mejorar en tecnología, servicios y necesitamos sacar adelante esta iniciativa con los congresistas Ciro Rodríguez, Diógenes Quintero y Wilmar Guerrero para conseguir los recursos, alcanzar un nivel superior con el fin de prestar todas las especialidades que se requieran”, precisó.
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Fue enfático al afirmar que en la medida que el hospital adquiera un mayor nivel de complejidad en la atención no habrá necesidad de trasladar a los usuarios hacia otras regiones. Lo ideal es poder dejar instalados los servicios y solo es posible si hacemos equipo, puntualizó.
Los numeritos para salvar al hospital
Desde su llegada al centro asistencial el enfermero jefe, José Manuel Galeano Puentes echa papel y lápiz para encontrar alternativas y frenar la inminente crisis financiera. Explicó que la facturación la recibieron con $8.500 millones mensuales y ha subido a $10.100 millones y se debe a la confianza y la tranquilidad que hay en el hospital Emiro.
“Cuando se recibió de manos de la Super había un sobrecosto en algunas cosas, estamos disminuyéndolos, en todos los sentidos. Necesitamos 8 mil millones de pesos para pagar 5 mil millones en la planta de personal y 3 mil millones en suministros”, precisó.
De esa plata únicamente se recoge el 60 por ciento porque la salud es a créditos, entonces están abocados a un déficit presupuestal para los últimos meses del año.
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“Adoptando estrategias con los cobros de cartera, se recibió con una morosidad de $103.000 millones de los cuales $43.000 millones pertenecen a las empresas que se liquidaron en Colombia como Comparta, Cafesalud, Caprecom, Saludcoop, Solsalud, Sabana de Torres, que hace 20 años adeuda $2.000 millones. Estamos haciendo recobro de esa cartera para poder disminuir el faltante que tiene el hospital”, dijo Galeano.
“No somos agencia de empleo”
Durante el periodo de la intervención se desbordan los límites de contratación de personal y ahora se debe prescindir de empleados vinculados por conveniencia.
Es categórico al afirmar que el hospital no es una bolsa de empleos y la misión fundamental es ofrecer servicios de calidad.
Dentro del recorte se despiden inicialmente a 50 trabajadores de la parte administrativa y se utilizan esos recursos en la parte asistencial con un nuevo pediatra, un cirujano, 7 médicos generales, volvió el urólogo que se había ido y están tratando de habilitar servicios cerrados temporalmente sin causa justa como geriatría, ginecología oncológica, lo mismo que neurología.
“Vamos a abrir el servicio de optometría, hemos recuperado 50 mil usuarios de segundo nivel que estaban en una clínica privada de Ocaña, más 10 mil usuarios del primer nivel, también”, agregó.
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Se alquiló la sede donde quedaba antes Saludcoop en las Llanadas donde se abrirán 10 consultorios, el propietario dona al hospital todo lo que hay dentro como equipos de cómputos, impresoras, plantas eléctricas, dos unidades odontológicas, rayos X, y neveras. Calculamos que a mediados de octubre inauguramos la nueva sede para atender a la gente que nos ha llegado, recalcó.
Atención primaria
Dentro de las políticas del nuevo gobierno de atención primaria en salud van a comprar el puesto de salud del corregimiento de la Ermita, por un valor de 40 millones de pesos y el gobernador se comprometió en la remodelación y dotación.
También se adelantan gestiones con la alcaldía para crear puestos de salud en el casco urbano como la Unidad de Atención Básica en la Ciudadela Norte, la idea es conseguir los terrenos y construir centros de salud en Ocaña, señala.
En los municipios se interviene con un convenio a través de la Cruz Roja Internacional por 400 millones en el mejoramiento de la parte hidráulica en San Calixto. “En Teorama y Hacarí contaban con dos médicos y van a llegar dos más, para facilitar las consultas en los centros poblados y salirnos de las paredes buscando al paciente y no que los usuarios nos busque a nosotros ya que son terrenos muy agrestes y vías en malas condiciones”.
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Se ejecutan tres proyectos en los municipios PDET como la adquisición de ambulancias, unidad móvil para Teorama, San Calixto y Hacarí, asimismo dos camionetas 4x4 cofinanciadas por el hospital con 150 millones de pesos, para facilitar esas ayudas extramurales y estar más cerca a la población.
Un hospital las 24 horas
A raíz que la construcción de la nueva estructura se demora, se ha tomado la decisión de abrir el hospital hasta las 10 de la noche con algunos servicios ambulatorios.
Ya contrataron un médico radiólogo para las ecografías en las noches, pues muchas personas trabajan todo el día. “El objetivo es ofrecer el servicio de consulta general y algunas especialidades, como psicología y cirugías ambulatorias a la gente que vive en Ocaña y el valor agregado es que cuando termine, vamos a llevarlo hasta la casa en una ambulancia para utilizar el hospital en las horas de la noche”.
Asegura que el centro asistencial todavía está en el siglo pasado en el cual se trabaja durante el día y en las noches se apaga, la idea es poner al hospital a trabajar las 24 horas.
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Después de la intervención había mucha gente sobrando, la idea es terminar con algunos cargos administrativos que no producen nada al hospital y con esa plata contratar médicos, enfermeras, terapeutas, para atender mejor a la población. Si tenemos más gente atendiendo al paciente vamos a tener más cobertura entre los 350 mil usuarios.
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