Luego de 20 meses de intervención la Superintendencia Nacional de Salud entregó el hospital regional Emiro Quintero Cañizares a la gobernación del Norte de Santander.

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El mandatario seccional, Silvano Serrano Guerrero, asignó como gerente encargado al enfermero jefe José Manuel Galeano Puentes quien deberá hacer un análisis de los avances financieros, administrativos, jurídicos y asistenciales.
 
El director del Instituto Departamental de Salud, Carlos Martínez, indicó que la tarea no termina ahí, pues irán de la mano de la Superintendencia para mejorar y hacer seguimiento en todos los procesos. “En el nombramiento del nuevo gerente se hará una convocatoria y se escogerá a una persona idónea que maneje con responsabilidad el destino del centro asistencial”, agregó.
 
Durante el acto los representantes de la Colombia humana con pancartas en mano recomendaron al gobernador hacer una buena escogencia. “No más Jairo Pinzón y sus pupilos”, reza el mensaje entregado por el exconcejal de Ocaña Jaime Alberto Navarro Max al funcionario departamental.

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Consideran que José Manuel Galeano es un alfil del ajedrez político utilizado por Jairo Pinzón para mantener la hegemonía en el centro asistencial.
 

El dedo en la llaga 

 Los voceros sindicalizados consideran que fue peor el remedio que la enfermedad, ya que existen inconsistencias en el manejo de los recursos y la contratación durante año y medio.

Solicitaron a la Procuraduría General de la Nación investigar a los agentes interventores y que respondan ante las presuntas anomalías.
 
El encargado de los asuntos jurídicos de Anthoc departamental, Aristides Hernández Duarte, cuestionó la falta de resultados en las investigaciones de los 87 hallazgos lo que obligó a la intervención forzada.
 
Señala que las denuncias fueron instauradas ante el Ministerio público por sobrecostos en la contratación y muchas decisiones arbitrarias. “En la mitad del camino remueven al agente interventor Yamil Roberto Blel Cervantes por no cumplir con los lineamientos. Esa situación se debe conocer”, agregó.

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Pidió investigar igualmente el patrimonio de la presidente del sindicato en Ocaña ya que se ha prestado a esas irregularidades.
 

Eco a nivel nacional 

La representante a la Cámara, María Fernanda Carrascal, denunció ante el Congreso de la República los manejos pocos trasparentes dados en el hospital de Ocaña.
 
Instó a los organismos de control estar vigilantes para evitar que el centro asistencial caiga en mano de los corruptos.
 
Manifestó que la Superintendencia de Salud de Iván Duque va a devolver el hospital a una persona sumamente cuestionada por hechos de corrupción que ellos mismos investigaron.  “Al señor Jairo Pinzón a quien pretenden devolver la dirección del hospital, que no solamente atiende a los ocañeros sino a 300 mil personas del Catatumbo”, agregó.
 
Dice que es inaudito y necesario levantar la voz de protesta para que no se presenten ese tipo de irregularidades. 

“Murieron personas en defensa de este hospital, desde el año 87 mi padre que en paz descanse, y otros compañeros que dieron la vida para que fuera un centro asistencial de tercera categoría, no lo han conseguido”, recalcó.

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Recordó el caso del activista Jorge Solano, asesinado en defensa de la salud de los ocañeros. “Levanto mi voz de protesta desde esta curul acompañada de cientos de personas que claman mejor acceso a los servicios de salud y no como un privilegio de bolsillo”, precisó.
 

Supersalud da ‘de alta’ al Emiro Quintero 

A través de un comunicado La Superintendencia Nacional de Salud informó que termina el periodo de intervención forzosa que posibilitó fortalecer la prestación de los servicios, mejorar infraestructura y sanear las finanzas.
 
Es el sexto hospital estabilizado que se devuelve a una Gobernación en el actual periodo del Supersalud. Otros 15 siguen en proceso de recuperación.
 
La decisión se adoptó luego de estabilizar y recuperar los principales indicadores de gestión del hospital, con lo cual vuelve a ser un referente para la salud de esta región del Catatumbo.

Al oficializar la entrega, el Superintendente Delegado para Prestadores de Servicios de Salud, Willis Simancas Mendoza, dijo que la institución se encuentra en capacidad de desarrollar y garantizar las actividades que son propias de la operación asistencial.

“El proceso de intervención de la Supersalud permitió subsanar las deficiencias administrativas y fortalecer la prestación de los servicios para los usuarios en la región”, agregó.

Con relación a los hallazgos que motivaron la medida de intervención forzosa el 11 de noviembre de 2020, se estableció que la mayoría de los 84 hallazgos evidenciados en ese momento fueron subsanados, especialmente los relacionados con contratación.

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Precisamente, dentro de las gestiones realizadas en los meses de interventoría, se destacan las siguientes: El hospital efectuó la revisión de la normativa contractual, las normas internas, las modificaciones y los principios de la función administrativa.

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