Durante un debate de control político la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, se apegó a sus hojas para explicarle a los senadores de la Comisión Quinta del Senado por qué las tarifas de energía en algunos sectores del país han incrementado.

Su comportamiento suponía una infracción al reglamento del Congreso. Sin embargo, la Ley Quinta también prohibe que en el recinto se grite y aplauda –comportamiento recurrente–.

En medio de sus explicaciones sobre temas propios del sector energético, la funcionaria fue interrumpida por el presidente de la célula legislativa, Inti Asprilla.

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“Simplemente señora ministra proceda su intervención. Hay que tener cuidado de no dar la impresión de estar leyendo, está prohibido por la Ley Quinta, pero continúe”, le dijo Asprilla, a lo que Veléz –con las hojas en la mano– contestó: “perdón, no sabía”.

En efecto, el comportamiento de la funcionaria está prohibido por la Ley Quinta que, en otras palabras, son las reglas para el funcionamiento del Congreso.

“ARTÍCULO 105. Intervenciones escritas. No se permite la lectura de discursos escritos; esto no excluye las notas o apuntamientos tomados para auxiliar la memoria, ni los informes o exposiciones con que los autores de los proyectos los acompañen”, dicta la ley en mención.

Una vez se conoció la polémica una de las voces que salió en amparo de la ministra fue el propio presidente Gustavo Petro que, a través de un hilo en Twitter, explicó que una cosa era desconocer el reglamento del Congreso y otra desconocer el sector.

“En las ganas de burla, y de destruir una ministra capaz y honesta, que no congenia con la cooptación del ministerio por intereses particulares, se están escondiendo verdaderas y grandes informaciones que la ciudadanía tiene derecho de conocer, pues se trata de asuntos públicos”, escribió Petro.

Luego de la infracción de Vélez al reglamento, Inti Asprilla recalcó que no es la primera vez que le toca salir a pedir el cumplimiento de la Ley.

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“Reflexión: es la primera vez que me gano un titular de prensa por un artículo de la ley 5ta, cuyo cumplimiento he solicitado en MÚLTIPLES OCASIONES durante MÁS DE 8 AÑOS...”, señaló.

En la clase política colombiana las infracciones a esta ley parecen ser constantes. Desde el Pacto Histórico recuerdan que el exministro de la Defensa, Diego Molano, también leía cuando se le citaba a los debates de moción de censura en el congreso.

Otro comportamiento que es repetitivo y que está prohibido por la ley son los aplausos y vociferaciones en el recinto.

“ARTÍCULO 76. Orden de los concurrentes. El público que asistiere a las sesiones guardará compostura y silencio. Toda clase de aplausos o vociferaciones le está prohibida. Cuando se percibiere desorden o ruido en las barras o en los corredores el Presidente podrá, según las circunstancias: 1. Dar la orden para que se guarde silencio. 2. Mandar salir a los perturbadores, y 3. Mandar despejar las barras”, reza la ley.

Ejemplo de esta infracción ocurrió el pasado 20 de julio durante la instalación del poder Legislativo. El entonces presidente Duque llegó hasta el recinto para dar su último discurso ante esa corporación: en medio de su exposición fue abucheado.

“Ha sido el narcotráfico, la corrupción y los cultivos de coca los verdaderos enemigos y los culpables de los asesinatos de nuestros líderes sociales”, dijo Duque y de inmediato fue abucheado: “mentiroso”, “mentiroso”, se escuchó en el Salón Elíptico del Congreso.

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