Las autoridades han continuado con las investigaciones por el incendio en la sede de la Registraduría de Gamarra, Cesar, que dejó a una funcionaria sin vida. Hay cinco capturas y dos políticos estarían implicados.
Una semana después de que se produjera el incendio en la sede de la Registraduría de Gamarra, en el departamento del Cesar, las autoridades han continuado con las investigaciones para poder determinar a los responsables del caso que dejó a una funcionaria sin vida y a dos más con heridas de gravedad.
Mientras que la Fiscalía General de la Nación logró la captura de cinco personas que estarían detrás del incendio, también se han señalado a dos políticos regionales quienes también habrían participado en los hechos.
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La persona que lanzó la gasolina y luego prendió candela fue Cristian Yesid Lobo Pacheco, quien fue avalado por el Partido Esperanza Democrática para aspirar al Concejo de Gamarra. Según El Tiempo, los familiares del hombre han pedido que se entregue a las autoridades.
En medio del proceso investigativo de la Fiscalía también se logró vincular a Willian Castro Torrado con los hechos. El sujeto también fue candidato en 2019 al Concejo por la Alianza Social Independiente, ASI.
En la lista de señalados también figura Julio Rojas Marín, quien fue concejal hasta 2019 y milita en la Alianza Democrática Amplia, ADA.
A Wilfrido Campo el Consejo Nacional Electoral, CNE, le revocó su candidatura al Concejo en 2019. Tenía el aval del partido ADA.
El incendio se ocasionó el pasado sábado 28 de octubre, a las pocas horas de las elecciones regionales, en medio de una manifestación de la comunidad por la revocatoria de la candidatura de un aspirante, por parte del Consejo Nacional Electoral.
En medio de la jornada uno de los protestantes lanzó una pimpina de gasolina a las instalaciones de la Registrauría, pese a que en el lugar estaban miembros de la Policía Nacional además de otros funcionarios.
En medio de este caso falleció la registradora Duperly Arévalo, mientras que otras funcionarias de la sede fueron llevadas al Hospital Universitario de Santander, HUS, para ser atendidas por la gravedad de las heridas.
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