Con claras firmes convicciones sobre los beneficios que le generará a Colombia un acuerdo entre el Gobierno y las Farc, también con el Eln, para ponerle fin al conflicto armado de más de medio siglo, el representante liberal a la Cámara, Neftalí Santos Ramírez, no duda en mantener su apoyo al proceso de paz impulsado por elpresidente Juan Manuel Santos.

En esta entrevista aborda esos temas.

¿Ante los resultados del plebiscito del 2 de octubre, cree posible renegociar el Acuerdo Final que habían firmado el Gobierno y las Farc?

El pueblo dio un claro mandato. El Gobierno tiene la obligación, entonces, de buscar un acuerdo que sea producto de un gran consenso nacional, ya que el acuerdo propuesto fue rechazado dados los resultados del plebiscito que se votó en condiciones de legalidad.

¿Considera viable, para una posible renegociación, las propuestas de los expresidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana?

Les llegó a los dos expresidentes la hora de actuar con grandeza, de pasar a la historia con sus voces representativas haciendo propuestas viables y coherentes que nos saquen de la polarización y nos conduzcan a la salida del laberinto que dejó el resultado del plebiscito. Su responsabilidad, ahora, es responder de manera categórica al anhelo de paz   de los colombianos y no al futuro político particular de ellos.

¿Qué peso le asigna al Premio Nobel, otorgado al presidente Santos por sus esfuerzos en este proceso de paz?
 
Es un reconocimiento al presidente Santos, al esfuerzo de más de cinco años para terminar esta guerra estéril, acatando los estándares internacionales (Resolución 56/83 de 2001, ONU), al igual que un reconocimiento al país, a las víctimas y compromete al Gobierno y las fuerzas sociales, entre otras. Su insistencia se ha orientado a encontrar una salida negociada, que en buena parte se ha conseguido. 

¿Si se salva el acuerdo con las Farc, cómo ve la participación de sus dirigentes en la política?

Dentro de la apertura democrática se establece cambiar las armas por ideas, lo cual me parece bien, y atiende a lo normado en la Constitución.  

¿En qué forma cambiaría la política en la etapa de posconflicto que seguiría?

El país requiere de transformaciones aplazadas, que deben hacerse con las Farc o sin estas. En términos generales, habrá participación política más amplia de los actores que se integrarán al ejercicio democrático y que antes no estaban allí. Habrá que construir entonces un escenario que permita actualizar y modernizar las instituciones de tal manera que no queden vacíos que puedan justificar una nueva era de guerra. Esto impone también erradicar los carteles de la corrupción.

¿A pesar de los resultados del plebiscito y en la perspectiva de la renegociación, cómo ve el ánimo de los nortesantandereanos en relación con la terminación del conflicto armado?

Colombia ha vivido durante décadas en convulsión, violencias, divisiones, dolor, sufrimiento, muerte, y nuestro departamento no ha escapado a esa vorágine. En nuestras tierras se asentaron todos los grupos guerrilleros y paramilitares y con ellos llegó la gran tragedia de la extorsión, el secuestro, la muerte de militares, policías y civiles, así como de empresarios y dirigentes políticos. También el desplazamiento, el despojo de tierras, el reclutamiento forzado de niños, la feroz y despiadada disputa territorial con efectos de destrucción de la normalidad en nuestros municipios. Basta revisar el registro único de víctimas, donde aparecen 8’400.000, cifra de la cual nuestro departamento aporta un alto número. Por todas estas razones los nortesantadereanos debeos ver como positiva la posibilidad de paz con la desaparición de las Farc y del Eln como grupos armados. Se acabará igualmente el gran daño ocasionado al ecosistema.

La legislación aprobada por el Congreso de Colombia es suficiente para la consolidación de la paz que se busca?

Lo aprobado por el Congreso solo busca establecer instrumentos jurídicos que le sirven al Gobierno para reglamentar los desarrollos normativos necesarios con el objetivo de facilitar y asegurar la implementación de la que puede ser el Acuerdo Final para ponerle fin al conflicto. La paz la consolidamos si corregimos las causas que han originado el conflicto. Hay que acabar con el orden inucuo de justicia y menosprecio.

¿Están los partidos que han tenido el poder en Colombia, en ánimo de aceptar cambios de fortalecimiento de la democracia?

Tienen la obligación de aceptar cambios que fortalezcan la democracia. El cambio del sistema electoral, el territorial, el centralismo apabullante que no deja progresar las regiones, el sistema de justicia y salud entre otros, deben prepararse para ese imaginario colectivo de la población que va a cambiar la forma de hacer política.

¿Y el Partido Liberal?

El partido debe retomar las banderas y concentrarse en el pensamiento de lo que la sociedad requiere como lo son los cambios institucionales.

A propósito, ¿hay crisis de dirección de esa colectividad? 

Más que crisis, el partido se ha ido desideologizando por su dedicación a la maquinaria y a los puestos. Hay que conducirlo a los encuentros ideológicos donde se definan los rumbos del mismo para abanderarlo en  temas que requieren una pronta transformación como lo son el tema agrario, la justicia, la salud, el empleo, y las propuestas para las nuevas generaciones, entre otras.

¿Qué hacen los congresistas de Norte de Santander por el departamento?

Dedicarnos a un constante peregrinar por las distintas instituciones nacionales, en la búsqueda de recursos para el desarrollo de nuestro departamento y así disminuir la brecha que genera el centralismo, que no permite un desarrollo equitativo de nuestras regiones  y de igual forma aprobar leyes que sean de beneficio general (Plan de Desarrollo Nacional) y por con siguiente el de los norte santandereanos.

¿Cómo siente a Norte de Santander en lo político y en lo económico? 

En el alto Gobierno se debe destacar de manera sobresaliente la labor del ministro Cristo en la búsqueda de soluciones y de inversión con logros palpables realizados en muchos de nuestros municipios. Por otro lado, nuestra economía se ha visto vulnerada por la situación de frontera, lo cual genera inseguridad y desempleo. Se hace necesario para la reactivación de economía, de la mano del Gobierno Nacional una verdadera planeación estratégica con prospectiva que de soluciones, que nos permitan vivir con independencia. 

¿Cuáles son sus nuevas expectativas políticas? 

El proceso para finalizar el conflicto con las Farc y el anuncio de los diálogos con el Eln, son situaciones que como colombiano y oriundo de una región que ha vivido esa guerra, me involucran en la búsqueda de la paz con mi sociedad. Además,  continuaré en la búsqueda de logros en inversión en salud, infraestructura deportiva y vial que me permitan dejar huella para seguir trabajando, ya sea desde el escenario público o privado por el mejoramiento del departamento.