Ya es un hecho. La reforma a la Ley de Víctimas y Restitución de Tierras que nació en 2011 con el fin de proteger, asistir, atender y reparar integralmente a quienes habían sido afectados por el conflicto, pero que afronta un considerable rezago, quedó en firme, luego de que el presidente Gustavo Petro la sancionara.
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La modificación a la histórica norma surgió, principalmente, con el propósito de equipararla al Acuerdo de Paz suscrito en 2016 en La Habana, con la desaparecida guerrilla de las Farc, además de establecer mejores condiciones para una pronta y eficaz reparación a las víctimas, teniendo en cuenta que, luego de doce años de implementación, apenas el 14% de los 9’409.808 víctimas inscritas ha recibido su indemnización.
El último informe de seguimiento de la Procuraduría, la Contraloría y la Defensoría advierte, adicionalmente, que se necesitarían por lo menos $300 billones para garantizar todas las medidas de asistencia, atención y reparación hasta el año 2031.
Diógenes Quintero, representante a la Cámara por la curul de paz del Catatumbo, y uno de los impulsores de la reforma, explicó que, justamente, entre los avances más significativos que se consiguieron con esta reforma figuran los mecanismos para lograr que el proceso en favor de los beneficiarios de la Ley 1448 se cumpla con celeridad y eficacia.
En ese sentido, dijo que como uno de los mayores problemas que enfrenta la norma hoy es la reparación, se estructuraron dos componentes: uno de ellos tiene que ver con la creación de una comisión de financiamiento, que lo que hace es buscar cuáles serían las alternativas para generar fuentes de financiación, y el otro, la escogencia del mecanismo de indemnización.
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“Muchas víctimas sí esperan la reparación desde lo económico, desde la indemnización, pero muchas también lo que dicen es que para ellas la reparación puede ser una beca en la universidad para un hijo, o una casa. Entonces, creamos un mecanismo en la ley que se llama acuerdos restaurativos, en los que la víctima es la que le dice al Estado cómo se sentiría reparada”, señaló el congresista.
Al respecto, la reforma a la ley establece que las personas que se encuentren en el Registro de Único de Víctimas y a la fecha no hayan sido reparadas o se encuentren en proceso de asignación de una medida de indemnización, restitución o rehabilitación, podrán voluntariamente cambiarse a una ruta restaurativa.