Durante las últimas seis décadas, Norte de Santander ha librado una dura e intensa batalla por salir adelante y por alcanzar ese progreso y desarrollo tan esperado, en medio de las adversidades que su misma condición de frontera, la riqueza natural que la caracteriza y la posición geográfica le han valido como premio, pero también como castigo.
De la mano de todo este proceso han estado los presidentes de turno, quienes con algún grado de protagonismo mayor que otros, han hecho parte activa de la historia del departamento.
Desde Alberto Lleras Camargo, quien finalizó su segundo periodo en 1962, pasando por Guillermo León Valencia, Carlos Lleras Restrepo, Misael Pastrana Borrero, Alfonso López Michelsen, Julio César Turbay Ayala, Belisario Betancur, Virgilio Barco, César Gaviria, Ernesto Samper, Andrés Pastrana, Álvaro Uribe, Juan Manuel Santos e Iván Duque, quien actualmente está al frente del país, todos tienen algo de cuota en lo que se ha hecho, pero también en lo que se ha dejado de hacer o lo que se quedó en el camino en esta región fronteriza.
Norte de Santander tuvo, incluso, el privilegio de tener su propio presidente, Virgilio Barco, quien después de una larga y destacada trayectoria en el sector público logró convertirse en jefe de Estado colombiano para el periodo 1986-1999.
Antes de eso, y como parte de otros gobiernos como el de Alberto Lleras, el dirigente nortesantandereano impulsó obras valiosas que hoy se recuerdan ampliamente en su tierra, como la autopista internacional a San Antonio, la terminación de la carretera que comunica a Cúcuta con Ocaña, el trazado de los anillos viales, los distritos de riego, entre otras.
Todos estos exmandatarios que en los últimos 60 años ha tenido Colombia, en algún momento de sus carreras coincidieron en la importancia que representa Norte de Santander para el país.
Así lo reitera el expresidente liberal Ernesto Samper Pizano, quien estuvo al frente de la Nación entre 1994 y 1998, pero aún hoy sigue muy conectado a la región, toda vez que mantiene un activo acompañamiento a los procesos sociales y a los acuerdos entre la institucionalidad y los campesinos que buscan una transformación integral en temas de atención social, proyectos productivos, inversiones y sustitución de cultivos ilícitos en el Catatumbo.
“Norte de Santander no es un punto de llegada, no es un punto al cual tengamos que ir sino un punto de partida en la historia de la realidad. Personalmente, siempre he tenido un agradecimiento con este departamento porque fue uno de los que más cálidamente me acogió”, destacó el exmandatario.
Para Samper, es en esta región de frontera donde durante décadas se han fraguado las grandes decisiones, como la independencia, el nacimiento de la vida constitucional de Colombia, así como las posibilidades de convivencia de la región que todavía están vigentes, con el drama que afrontan millares de venezolanos.
Por eso, en estos 60 años de historia de La Opinión, el expresidente liberal aprovechó para reconocer el legado de esta casa editorial que, asegura, “es como la ecografía de lo que ha sido la historia de Norte de Santander en estos largos y movidos años”.
Quien también evocó su buena relación con el departamento no solo durante su paso por la Casa de Nariño, sino desde mucho antes, es el expresidente César Gaviria Trujillo, a quien le correspondió gobernar entre 1990-1994, en representación del Partido Liberal.
Gaviria recuerda que gracias al expresidente Barco, de quien fue su ministro de Hacienda y de Gobierno, lo llevó a tener una cercanía y un aprecio especial por Norte de Santander.
Cuenta que actualmente tiene una pequeña empresa que reparte gas en el departamento y por eso se ha mantenido muy familiarizado con los problemas del departamento.
En ese sentido, reconoce que Cúcuta y la región tienen un enorme desafío que seguir afrontando en los meses y los años por venir, hasta tanto no se resuelva el problema diplomático con Venezuela, pues este va a seguir siendo, “un tremendo lastre para el departamento”.
A La Opinión le auguró lo mejor, en medio de la difícil situación que vive el sector, y lo motivó a seguir trabajando con la misma intensidad que lo ha hecho en estos 60 años de historia.