Arrancaron las sesiones ordinarias del Congreso de la República en uno de los semestres con mayor carga en el trámite de leyes de especial interés para el Gobierno nacional, especialmente las reformas sociales, comenzando por la de salud.
Por lo tanto, la postura que tomará el Partido Liberal es la pregunta que quedará clara la próxima semana, cuando informen si se mantendrán como partido de gobierno o darán el paso hacia la independencia, aunque no se puede descartar la oposición.
Una de las voces más influyentes dentro de los liberales es la del senador Carlos Alejandro Chacón, quien no está de acuerdo en que su partido forme parte de la coalición. Por esta razón, reitera su llamado al expresidente César Gaviria para que guíe al liberalismo hacia la independencia.
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Chacón, además de criticar al presidente por convocar movilizaciones en contra de instituciones como el Congreso, también aborda otros temas como el trámite de las reformas
La mayoría de las reformas de este semestre estarán en el Senado. ¿Qué podemos esperar de su trámite?
Hay muchas que aún no se conocen, pero son importantes, como el derecho fundamental a la educación en este país. También es crucial concluir la tarea legislativa de la reforma de la jurisdicción y la creación de la jurisdicción agraria, en la que aún nos falta avanzar, especialmente en la ordinaria.
Por supuesto, hay otros proyectos como el laboral, el pensional y el de salud, que es el que más atención recibe de la gente. Sin embargo, a veces olvidamos observar otras reformas; estas son las que han tenido más resonancia, no solo porque generan mucho interés económico, sino también porque el capital en este país se ha vuelto rentístico en cuanto al dinero público.
Esto se refleja en la salud, en el régimen pensional y en muchos de los regímenes financieros y económicos del país. Numerosos sectores económicos se han convertido en rentísticos del capital del Estado, lo que ha provocado una gran resonancia en los cambios y modificaciones.
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La reforma a la salud en la Cámara tomó mucho tiempo; en el Senado, ¿será igual?
Creo que será menos tumultuoso, pero sí más profundo y juicioso en el estudio en el Senado de la República. Se ha tenido el tiempo necesario para digerirlo, estudiarlo y prepararse durante este periodo de receso, que ya no es tal, ya que legislativamente trabajaremos y habrá debates sobre estos temas.
Particularmente, propondré los tres debates para discutir las reformas antes de que lleguen incluso a la plenaria. Estas propuestas se presentarán en la Comisión Primera.
¿Cómo ve las mayorías que tiene en este momento el gobierno en el Congreso?
La sensatez de las reformas determinará las mayorías. Si las reformas logran demostrar su necesidad, como el caso de la salud que aún no ha obtenido el aval fiscal, será difícil avanzar en el Senado de la República. En la semana pasada, hubo un fallo de la Corte Constitucional que pasó desapercibido, obligando al gobierno a pagar a las EPS y reconociéndolas como empresas privadas, no como entidades de dinero público. Esto debe leerse detenidamente; creo que es crucial.
Le insisto, ¿qué va a pasar entonces con el liberalismo en la coalición de gobierno?
Existen diversas posiciones en la bancada. El presidente Gaviria ha marcado una línea fuerte en ocasiones frente al gobierno, algunos compañeros están muy cerca del gobierno, otros estamos más inclinados hacia la independencia y algunos piden oposición. Creo que pronto tendremos que tomar una decisión al respecto, y el director del partido necesariamente tendrá que ejercer su liderazgo y tomar una decisión.
¿Por qué le gusta a usted la independencia?
Yo creo que la ley del estatuto de la oposición no estuvo bien. Una ley que obliga a estar en la oposición, en la independencia o en el gobierno, creo que fue uno de los roles legislativos nuestros. Si desea ir a la oposición, puede ejercerla, pero casi en todas las decisiones del Congreso, incluso de aquellos en la oposición real, que fueron los partidos reales y que confrontaron la elección, se puede notar que muchas veces también apoyan proyectos importantes del gobierno. Eso debería ser la norma del Congreso de la República: negar lo que no es bueno para el país y apoyar lo que se considera importante, sin que exista una delimitación legal que termine haciendo el Congreso.
¿Usted comparte la aseveración del presidente de que hay un rompimiento institucional?
Las tres ramas del poder público hoy se sienten amenazadas. El Congreso de la República ha hecho dos o tres llamados también a favor de la independencia y también ha tenido manifestaciones públicas que ingresaron violentamente al Congreso en una de las protestas porque supuestamente no estaba votando conforme al gobierno.
Ahora vivimos lo mismo en la Corte, y vemos cómo la Corte Suprema de Justicia, respaldada además por manifestaciones de las otras cortes, siente que su independencia también ha sido vulnerada frente al Ejecutivo. El presidente también ha hecho manifestaciones indicando que intentan sacarlo del cargo, que le están haciendo golpes blandos. Por eso, creo que debemos construir una comisión interinstitucional para tener un diálogo y una discusión sobre lo que está pasando.
Creo que debemos guardar respeto, y yo creería que la ruptura es más mediática, más manifestaciones que se están haciendo también por las clases políticas, de utilizaciones de ese manejo político de un lado y el otro, que de una realidad institucional. Esto se demuestra y se ha venido demostrando a través del tiempo.
Un ejemplo grande es una ruptura que hubo con el presidente Uribe frente a las Cortes, y el presidente Uribe, con una alta favorabilidad, superior al 80%, con una voluntad popular muy grande, el Congreso le aceptó una tercera reelección.
Sin embargo, la Corte Constitucional, en toda su labor funcional, le dijo que no se iba a reelegir y las instituciones funcionaron a pesar de la fortaleza de la voluntad popular que tenía Uribe Vélez. Se respetó la decisión de la Corte Constitucional, y creo que nuestras instituciones son fuertes y seguirán siéndolo.
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¿Es bueno o es malo que el presidente haga ese llamamiento a la gente para que salga a exigirle a los poderes cosas?
Creo que la gente tiene el derecho a convocar marchas; la protesta pacífica es un derecho de los colombianos. Creo que estas protestas de todas maneras no han sido tan violentas como en otras épocas, que tuvieron graves lesiones a los marchantes y a la fuerza pública. En estas no ha sido igual.
Sin embargo, yo creería que al presidente no le queda bien eso. Puede ser que lo haga a su militancia, a su partido, pero el presidente debe hacer llamadas de unidad nacional. El presidente debe actuar como el jefe del Estado, el jefe de gobierno que nos representa a todos, según lo establece la Constitución.
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