Decidió hacer una pausa en su ejercicio de sacerdote de la Iglesia católica. También renunció a la cátedra de sociología en la Universidad Salesiana de Roma para volver a Cúcuta con el proyecto de su candidatura a la Alcaldía. Impulsado por su ideal de servir a la comunidad local en medio de la cual se formó y ha hecho muchos años de su vida. Ese es Wilfredo Grajales, sacerdote y educador, de convicciones sociales que buscan el beneficio de los más vulnerables.

¿Qué va a hacer para generar empleo?

Construir una fuerte alianza con el sector que los produce: el privado. Ellos son los que hacen empresa y la administración debe ponerse de su parte con incentivos y acciones que los respalden.  

¿Cómo enfrentará el eterno problema del espacio público?

Con orden como principio, educación como método y sensibilidad como estrategia. 

¿Prorrogará la concesión del alumbrado público?

Me propongo revisar con lupa las cláusulas de esa concesión. Cambiar por cambiar no es un buen criterio administrativo, pero seguir con contratos que sean costosos para los ciudadanos y no ecológicos, no se pueden admitir. No dudaré iniciar una nueva licitación si el cambio en el servicio que hemos tenido no es una realidad tangible para la ciudad y para los bolsillos de los contribuyentes. 

¿Qué va a hacer con la semaforización?

Resolver esa necesidad urgente que convirtieron en negocio irresuelto. 

¿Y para garantizar la seguridad ciudadana?

Alta prevención y contundente persecución del delito. 

¿Le gustaría que la frontera siguiera cerrada?

No. 

Jornada escolar continua, ¿sí o no?

Claramente sí. Darle más tiempo a la atención de los niños y de calidad, es una acción virtuosa para los procesos educativos del municipio. 

¿Cínera o Acueducto Metropolitano?

-Ambos. No debemos asumirlos como si fueran opuestos. Urge definir el camino para garantizarles el agua a los ciudadanos de la zona metropolitana a corto, mediano y largo plazo. El cuidado de las cuencas de los ríos es la prioridad. 

En breve

¿Usted está seguro que va a ganar?

Decía mi abuela: “En la vida, lo único que se tiene seguro es la muerte”. 

¿Con qué proyecto quiere que los cucuteños lo identifiquen los próximos cuatro años?

La cultura ciudadana y el  manejo transparente de los recursos públicos en la ejecución de los muchos proyectos que necesita la ciudad.  

¿Qué no repetiría de esta administración?

Las comisiones por contratos y el descuido en hacer de la voluntad de servicio a cada ciudadano, la primera tarea de una administración.

¿Y qué cree que hay que continuar?

La recuperación de la malla vial y el mejoramiento de la infraestructura educativa.

¿Qué tipo de compromiso se ha hecho usted con quienes hoy financian su campaña, a cambio de la injerencia en su eventual administración?

Están comprometidos a no tener ninguna injerencia en la administración y permitir que los marcos legales y la cultura de la transparencia nos distinga. 

¿Qué hará si pierde las elecciones el 25 de octubre?

Seguir sirviendo y sirviendo. Eso es lo mío. 

¿Si no fuera candidato, por quién votaría?

Si el asunto fuera de personas, todos los candidatos son muy buena gente. Si es de responsabilidad política para el servicio público se reduce a los sociales. 

¿Y por quién no lo haría nunca?

Por los tres de maquinaria. 

¿Qué propuesta rescataría de otros candidatos?

Sin decir que hay novedad, creo que las propuestas para combatir el desempleo deben ser inventariadas todas y asumidas con responsabilidad.

Si no gana, ¿se le mediría a otra elección?

La vida me ha enseñado a nunca decir “de esta agua no beberé”. 

Perfil

Licenciado en educación, filosofía y letras de la Universidad Santo Tomás, de Bogotá. Magíster en teología de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá.

Doctor en Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, Italia. Habla inglés e italiano.

Se considera un educador con experiencia en investigación, dirección, coordinación, diseño, seguimiento y evaluación de Programas Educativos y Sociales, sobre todo de aquellos que se refieren al campo de la formación laboral.

Por sensibilidad se ha especializado en intervenciones educativas dirigidas a la resolución de problemáticas de inclusión social y de adaptación al cambio en las que ha hecho diversas experiencias sobre todo con comunidades juveniles y en sectores marginados.

En Cúcuta, siendo estudiante, hizo parte del equipo fundador del trabajo socio-religioso que los salesianos iniciaron en la ciudadela Juan Atalaya, en 1976. Fue allí donde reconoció su vocación al servicio de los más necesitados. 

Las obras educativas públicas que la Iglesia católica, a través de convenios con el Estado, dirige en Cúcuta, han sido beneficiarias de su intervención.

Inicialmente, el sacerdote salesiano se presentó como candidato de la Alianza Verde, partido que le retiró el apoyo, posteriormente. Al final, el Movimiento Alternativo, Indígena y Social (MAIS), decidió respaldar su proyecto a la Alcaldía.