¿Reduce este delito la violencia contra la mujer?
La Corporación Vamos Mujer ha venido haciendo en los últimos años un seguimiento al comportamiento del delito de feminicidio (175 en 2017, 188 en 2018, 196 en 2019, 152 en 2020 y 166 en 2021). Las cifras, sin embargo, no reflejan la magnitud del problema, pues muchos casos no se denuncian o no se les da la categoría de feminicidios a pesar de tenerla.
“Cada vez hay más feminicidas, más crueles, pero todavía se presentan casos de no denuncia, de que las mujeres son exageradas, de que se aguante un poquito más para no destruir la familia, y esa tolerancia institucional incrementa el riesgo de feminicidios”, asegura Lina María Mejía, directora de la corporación.
Pese a estas circunstancias, Mejía reconoce la importancia de que al feminicidio se le haya calificado como delito autónomo para luchar contra él.
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“Hasta hace unos años estaba naturalizado y se consideraba 'crimen pasional', tenía hasta rebaja de penas. Entonces, para nosotras ha sido una herramienta importante para exigir que haya investigación, prevención y sanción. Más que la condena es la sanción y el reconocimiento de que eso está mal, de la desnaturalización del crimen que se vivía hace años”, expresó Mejía.
Y agrega: “Cada vez que conquistamos una palabra para decir lo que nos pasa, para nosotras es muy importante porque hasta hace unos años no existía ese lenguaje, y al nombrarlo como feminicidio nos permite decir que hay una escala de agresión, el agresor va subiendo desde lo más sutil hasta el feminicidio, y poder medir ese termómetro nos sirve hasta para el tema de autoprotección y exigencia”.
La abogada Yury Flórez, sin embargo, destaca la importancia de ir más allá, de adelantar una labor preventiva, para que en vez de castigar a los culpables, se eviten los crímenes.
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“No podemos entender la justicia propiamente como una sanción punitiva cuando el crimen ya se ha consumado, sino que se espera que la justicia se materialice desde la prevención, en garantías de acceso a los derechos para las niñas y mujeres y la ciudadanía plena y real de las mujeres. Se espera que los procesos judiciales sean efectivos, que la taza de impunidad en los crímenes de odio contra las mujeres y niñas se reduzca”, asegura.
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