Tras la reapertura vehicular por los puentes internacionales que unen a Norte de Santander y Táchira, luego de siete años del cierre de la frontera con Venezuela, y la inauguración del puente Atanasio Girardot, crece la inquietud por el abastecimiento de combustible subsidiado en Norte de Santander.

En entrevista con La Opinión, el secretario de Gestión Minero Energética, Sergio Vega, manifestó que la mayor preocupación del gobernador Silvano Serrano es el combustible exento (subsidiado). Recordó que “actualmente el cupo ronda los 12 millones de galones y, evidentemente, se agota en dos tres semanas”.

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“Hemos realizado la gestión para solicitar al Ministerio de Minas un incremento de este combustible, para llegar al menos a 15 millones de galones, que es el promedio del consumo regional en condiciones normales, es decir, sin reapertura de la frontera”, manifestó.

Vega indicó que, adicional a esta gestión, con el concurso de su despacho y varias secretarías departamentales (TIC, Hacienda, Fronteras), se está gestionando la implementación de un plan piloto para implantar un código de barras a las tarjetas de propiedad de los vehículos venezolanos que tienen importación temporal, que son aquellos que hasta la semana pasada transitaban en el departamento y pagan impuestos, para que no pierdan el beneficio de la gasolina subsidiada.

“De tal forma, los vehículos extranjeros que no cuenten con este código de barras no podrían consumir este tipo de gasolina y solo consumen gasolina a precio nacional”. 

(Con la reapertura vehicular en la frontera y la inauguración del puente Atanasio Girardot, hay preocupación por la demanda de combustible. / Foto: Jorge Iván Gutiérrez)

Vega explicó que también se hizo la gestión ante el Ministerio de Minas para solicitar el aumento del cupo de gasolina nacional, para completar un cupo total de 24 millones de galones (incluyendo la subsidiad, se aumentaría a 15 millones), que sería lo ideal para abastecer la demanda que se presente. 

¿Escasez o contrabando?

El funcionario llamó a la tranquilidad, porque “no habrá ni escasez ni contrabando”, debido a que vienen trabajando de manera articulada con la Policía Nacional para controlar la ilegalidad. “Es evidente que vendrán a consumir la gasolina colombiana por varias razones: es de mejor calidad, por escasez de suministro en los estados fronterizos”. 

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Afirmó que esta situación es beneficiosa para la economía de la región, porque los empresarios locales han hecho enormes esfuerzos en construir toda la infraestructura de las estaciones de servicio y la red de distribución.

Por ahora, Táchira tiene un precio competitivo: el galón de gasolina cuesta $8.900, al cambio.

Juan Carlos Batos, presidente del Sindicato de Taxistas de Norte de Santander (Astans), llamó a las autoridades a evitar que los carros que vengan de Venezuela se lleven la gasolina subsidiada al vecino país, porque, de lo contrario, “solo durará tres días”.

La Opinión trató de tener alguna respuesta desde el Ministerio de Minas sobre esta inquietud, pero no fue posible.

Nuevo aumento, “un abuso”

Después de tres aumentos consecutivos de $200 en el precio de la gasolina, desde octubre de 2022, el 2023 arrancó con un alza de $400, lo que significa que, en Norte de Santander, el galón pasó de $8.176 a $8.575. El ACPM tuvo un incremento de 65 pesos, por lo que el galón quedó en $7.089.

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María Eugenia Martínez, presidenta de la Asociación de Estaciones de Servicio de Norte de Santander (Acesnort), sostuvo que estos aumentos solo golpean a los ciudadanos del común, a las pequeñas industrias, al sector agrícola y al comercial, que requieren del combustible para sus actividades y procesos.

Juan Carlos Batos, líder del gremio de los taxistas, recalcó que la nueva alza es un abuso, que reduce los ingresos de quienes prestan este servicio de transporte. Añadió que, aunado a este aumento, la tarjeta de operación les subió $34.000, llegando a un valor de $251.500; al igual que el costo de la radiofrecuencia, ya ahora vale $95.000.

Desde el Ministerio de Hacienda se informó a La Opinión que el incremento de $400 en el galón de gasolina, por ahora, solo el incremento de enero y que a medida del ritmo de los precios del petróleo se decidirán los incrementos mensuales.

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Incluyendo el aumento, Colombia sigue teniendo uno de los precios de la gasolina y del diésel más baratos de América Latina por la operación del Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles (FEPC). 

Sin el FEPC, el galón de gasolina costaría en Norte de Santander $14.700 y el de ACPM, $17.489.

El alza de $400 comprende:

• $152 de sobretasa de la gasolina.
• $21 tarifa de transporte.
• $0,3 tarifa de marcación.
• $34 por incremento del precio del alcohol carburante.
• $193 por incremento del ingreso al productor fósil de la gasolina. 

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