Para José Rodolfo Sepúlveda, procedente de la Diócesis de Arauca, natural de Chita (Boyacá), y de estirpe campesina, el salir a la calle a ofrecerle los alimentos frescos a la gente le parece una experiencia enriquecedora, porque es el inicio de los primeros pasos de la vocación social.
El sacerdote en formación, Jean Carlos Villamizar Remolina, de Arauquita (Arauca), encargado de llevar el sonido, dijo que se siente orgulloso de la labor que están haciendo, como es la de llevarle a la comunidad alimentos sanos.
También los acompañó en el recorrido el boyacense, Diego Sepúlveda, con tres años en el Seminario, quien portaba una de las canastas con las hortalizas.
“En Chita también cultivamos lechuga, repollo y demás verduras por lo que queremos que los jóvenes de Pamplona conozcan nuestras experiencias, como gente del campo que somos”, afirmó.
El líder de los seminaristas, Carlos Julio Acevedo Serrano, de Samoré (Toledo), con seis años de formación, afirmó que el proyecto empezó como un experimento que poco a poco se ha ido consolidando como una opción de obtener alimentos para el consumo interno y otra parte de la producción, venderla.
“Aprovechamos nuestros ratos libres para hacer esta labor, teniendo en cuenta que tenemos los terrenos disponibles para la labranza y la siembra”, explicó.
El presbítero en formación agregó que van a ver si le dan más resultados vender los productos en la calle o colocarlos en los supermercados.
En la propuesta participan los 37 seminaristas que se dividen el trabajo durante la semana.
El grupo está bajo la orientación del rector del Seminario Mayor Santo Tomás de Aquino, padre Samuel Darío Parada Lemus, quien es el gestor del proyecto de cultivar alimentos sin la utilización de agentes químicos.
El ciudadano, Juan Carlos Durán, quien se acercó a los seminaristas y les compró un manojo de lechugas, afirmó que es una excelente idea que les facilitará alcanzar una mejor formación y que a su vez se puedan ayudar con los gastos que implican la preparación a la vida religiosa.
La vocación
El sacerdocio es una vocación que implica sacrificio y tiempo de aprendizaje, teniendo a Jesús, como el ser que deben imitar.
La preparación la hacen en el Seminario Mayor, regentado por la Arquidiócesis de Nueva Pamplona en donde durante ocho años aprenden filosofía, teología, lógica, matemáticas, idiomas, historia del arte, crítica, antropología, psicología y sociología, entre otros conocimientos.
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