Su lucha contra la Fuerza Pública
Si bien es cierto que la Fuerza Pública en Colombia tiene como obligación respetar y proteger los derechos de toda la población civil, sin distinguir de raza, género, clase social, religión, preferencia política, etc., la comunidad LGBTIQ+ continúa siendo víctima de atropellos por algunos funcionarios de este sector.
“Han salido muchos casos a la luz pública de cómo la policía y militares han atacado a miembros de la comunidad, solo por el hecho de ser. El sistema está fallando y por eso exigimos una reforma al sistema policial, porque no debería existir ningún tipo de discriminación ni de violencia contra nosotros y menos de funcionarios públicos”, agregó Morales.
El líder aseguró que, una de las mayores problemáticas con las autoridades se vive en el espacio público con las personas trans, teniendo en cuenta que muchas de ellas laboran en la prostitución y “sabemos que no hay garantías de seguridad y a diario hay denuncias sobre los ataques policiales que sufren”.
De acuerdo con la Red Regional de Información sobre Violencia LGBTI en América Latina y el Caribe, durante el 2014 y 2019, más de 1.300 miembros de esta comunidad fueron asesinados, resaltando que, Brasil y Honduras tenían la tasa más alta.
La organización Colombia Diversa dio a conocer a través de su informe ‘Así van las cosas: balance preliminar de la violencia contra personas LGBT en 2020’ que, entre el 01 de enero y 31 de diciembre de 2020, se registraron 75 homicidios y feminicidios de personas LGBT en el país: 27 mujeres trans, 12 mujeres lesbianas, 23 hombres gay, 1 hombre trans, 1 hombre bisexual y 11 personas más que fueron reportadas como LGBT.
20 de estos asesinatos habrían estado motivados por el prejuicio hacia la identidad de género u orientación sexual de las víctimas.
Mientras que 6 de las víctimas eran personas defensoras de derechos humanos: 2 mujeres trans, 2 hombres gay, 1 hombre gay y 1 mujer lesbiana.
El informe revela que, por lo menos dos de los casos registrados corresponden a ejecuciones extrajudiciales perpetradas por agentes de la Policía o el Ejército Nacional, destacando además que, 35 de estas muertes ocurrieron durante del aislamiento obligatorio decretado por el Gobierno Nacional entre el 25 de marzo y el 31 de agosto con el fin de contener la pandemia de la COVID-19 en el país.
“Las mujeres trans que ejercen el trabajo sexual están entre las principales víctimas de violencia policial. En muchos casos, los agentes de la Policía justifican estas agresiones diciendo que las mujeres trans cometieron hurtos o agredieron a otras personas. Sin embargo, estas acusaciones casi nunca se pueden comprobar. A esto se suma que muchas veces la violencia de la Policía es desproporcionada y se concentra en partes del cuerpo que son fundamentales para la expresión de género de la víctima, como el rostro, el cabello, los senos o los glúteos, lo que demuestra que las agresiones están motivadas por el prejuicio hacia la identidad de género de las víctimas. En el 2020 debido al contexto de restricciones que depositó en gran medida la necesidad de hacerlas cumplir en la Policía, esta institución utilizó esta excusa para cometer abusos contra la población civil”, detalló Colombia Diversa.
“Queremos decirle al mundo que la población LGBTIQ+ no quiere ser violentada, no quiere ser masacrada. Queremos decirles que somos libres y que al igual que otras personas tenemos derechos, familias y queremos garantizar paz y tranquilidad”, puntualizó Morales.