Cambiar la coca por el cacao no es una tarea fácil. Sin embargo, cientos de productores del Catatumbo trabajan en la Asociación Gremial de Productores Cacaoteros de Tibú (Asocati) desde hace 16 años por lograr este objetivo.
“La vaina de la gente es el anhelo de la coca, de la plata, pero viéndolo bien rinde más la plata del cacao que de la coca”, dijo Ángel María Rodríguez, un campesino de 30 años que durante mucho tiempo vivió de sembrar y raspar coca.
Pero, siguiendo la vocación de su papá, decidió dedicarse al cacao, un cultivo legal que hoy le parece más rentable y en el que tiene puestas todas las esperanzas para su futuro.
Las expectativas no son infundadas. Durante su reunión ayer con familias cacaoteras, el presidente Juan Manuel Santos reconoció que este producto puede ser mucho más importante que el café, solo se necesita que sus productores se organicen y emulen lo hecho por la Federación Nacional de Cafeteros.
Siguiendo estas palabras, los cacaoteros de la región pertenecientes a Asocati y a la Federación Nacional de Cacaoteros (Fedecacao) empezaron a tramitar su cédula cacaotera y Rodríguez fue uno de los primeros en recibirla.
Las esperanzas con este grano van mucho más allá. Freddy Martínez, representante de Asocati, expresó que el cacao tiene el potencial para sustituir por lo menos el 40% de los cultivos ilícitos de la región, aprovechando además que en Norte de Santander hay cerca de 200.000 hectáreas aptas para la siembra. “Nos pueden suplir todas esas áreas de cultivos ilícitos y traer una economía lícita, estable y sostenible, sobre todo en el largo plazo”, aseguró.
Con 262 familias asociadas y cerca de 700 que participan en la cadena productiva, Asocati ha logrado erradicar voluntariamente cerca de 500 hectáreas de coca, pero el trabajo no es fácil.
“A mis amigos les digo que trabajen con cacao, que ellos tiene tierras y dicen que no da, que hay que meterle mantenimiento. Pero les digo que eso igual toca hacerlo con la coca y no da tampoco”, explicó Rodríguez.
“El otro problema es el del costo del jornal. Mientras en un ‘ratico’ uno se gana $100.000 en la coca, en el cacao pagamos entre $20.000 o $30.000 el día”, agregó.
Sin embargo, Rodríguez resalta las ventajas de la legalidad: estar tranquilo con un cultivo que es rentable, poder pensar en el futuro y no andar corriéndole a las autoridades.