Más de 30 días de incertidumbre completan los habitantes de la vereda El Tarrita (Ábrego) y sus zonas aledañas, así como los comerciantes y gremios que utilizan la vía Cúcuta-Ocaña para transportar pasajeros y mercancías, pues después de la avalancha que arrasó con cultivos, viviendas y con tres tramos de este importante corredor vial, no tienen un panorama claro sobre la fecha exacta en la que se podría habilitar de nuevo el paso vehicular por esta arteria que comunica a la capital de Norte de Santander con la Costa Caribe.

El director del Invías, Juan José Oyuela, habló con La Opinión sobre los trabajos que se vienen adelantando en el corredor y explicó que lo más importante es entender la magnitud de la tragedia, similar en dimensiones, según los técnicos de la entidad, a la avalancha del municipio de Armero (Tolima), ocurrida en 1985. 

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El funcionario explicó que el Invías ha movilizado todos los recursos necesarios para trabajar en la remoción del lodo sobre los puntos afectados y estimó que en unas siete semanas, estarían despejados dichos puntos e instalados los tres puentes provisionales que permitirían recuperar la transitabilidad de la vía. 

Han trascurrido 35 días desde que sucedió la remoción en masa. ¿Qué avances se han presentado y cuándo podría abrirse el paso la vía Cúcuta-Ocaña?

La emergencia sucedió el 31 de mayo y desde el 1 de junio estuvimos allá, con el gobernador (Silvano Serrano), estableciendo una estrategia para empezar a atender el corredor. Este deslizamiento fue de una magnitud enorme, afectó más de 378.000 metros cuadrados. Se estima que el volumen de lodo que llegó a la vía y a las zonas aledañas supera los 550.000 metros cúbicos.

Para dimensionar estas cifras, puedo decir que para mover esa cantidad de metros cúbicos de tierra, hay que hacer 38.000 viajes de volquetas doble troque. A pesar de esta dimensión, hemos estado atendiendo con toda la maquinaria del Invías y con ayuda de la Gobernación.

La vía se afectó en tres puntos que suman 1,5 kilómetros y el lodo se llevó tres puentes: el puente El Turco (km47+296), el puente del sector del Paramillo (km47+500), y el punto más afectado, que fue el del puente de El Tarrita. Dos de los puentes afectados tienen 60 metros de longitud y el otro tiene 14 metros. Una vez terminemos la atención de los puntos, se deben instalar los puentes metálicos provisionales para poder garantizar la transitabilidad. 

Y en qué parte de ese proceso estamos hoy… 

Hemos logrado retirar el material en dos de los puntos afectados de la vía. En este mes de trabajo hemos removido cerca de 60.000 metros cúbicos de material y, en dos de los tres puntos, ya hemos recuperado la transitabilidad; uno de ellos se recuperó muy rápido, a los dos días de iniciar las intervenciones, lo que nos permitió evacuar unas personas que estaban atrapadas en la zona. En el sector de El Tarrita, estamos a 20 metros de llegar al sector donde estaba ubicado el puente. Veinte metros puede ser poca distancia, pero la complejidad de este punto es grande porque era el más bajo de todos y la avalancha inundó todo ese sector. Ahí hemos encontrado columnas de lodo de hasta 10 metros.

Aspiramos que al final de esta semana, logremos llegar al punto donde está el puente y así poder avanzar. 

Una vez lleguen a este punto, ¿qué sigue en el cronograma?

Instalar los puentes provisionales. Esto lo vamos a hacer con la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), ellos los van a instalar porque es la entidad que los tiene disponibles a través del Ejército. El Ejército ya hizo las visitas correspondientes y está haciendo la logística para que, una vez terminemos de limpiar el tercer punto, iniciemos con la instalación. Este es un proceso que puede durar 5 o 6 semanas. Si hacemos cuentas, en unas 7 semanas estaríamos cerca de recuperar la transitabilidad del corredor. 

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De acuerdo con el diagnóstico que ya se tiene, ¿no hay forma de acortar esos tiempos, teniendo en cuenta la afectación social y económica de la población y de los sectores productivos que usan esta vía, cuyas pérdidas se calculan en unos 25.000 millones de pesos?

Estamos trabajando a toda marcha. Yo entiendo a la comunidad, porque está incomunicada Ocaña con Cúcuta, pero se estamos trabajando con todos los equipos que caben en el sector. El procedimiento para instalar los puentes es ese, no hay uno más rápido y lo están adelantando los expertos que históricamente han instalado este tipo de estructuras. Aquí vuelvo a traer a colación la magnitud de lo que sucedió; los técnicos y el equipo de emergencias lo que nos dicen es que esto fue de una magnitud similar a la de Armero. 

En Rosas (Cauca) se vivió una situación similar y en cuestión de semanas hubo una solución parcial al derrumbe sobre la vía. ¿Por qué aquí no se ha logrado lo mismo? 

En Rosas tuvimos una situación similar donde existió un deslizamiento de un talud de tierra que afectó parte de la vía, pero la afectación no superaba los 500 metros. Para poder reconectar se tuvo que hacer un nuevo trazado de dos kilómetros de vía, que aún no ha terminado, vamos en un 60% de avance. Se hizo un corredor provisional por donde están transitando los carros, que se puso al servicio casi a los 60 días de ocurrida la tragedia.

Acá, así como lo hicimos en Rosas, empezamos a trabajar al día siguiente y a toda marcha para superar la emergencia, porque al igual que la comunidad, nosotros somos los más interesados en recuperar la transitabilidad del corredor. Aquí llevamos 35 días de la emergencia y hemos removido ya el 90% del material que cayó sobre esos 1,5 kilómetros. 

¿Se ha avanzado en la inspección de los estribos de los puentes colapsados para conocer su estado?

En los dos puntos a los que ya llegamos se hizo la revisión de los estribos y están en perfecto estado para poder instalar los puentes provisionales. Nos queda pendiente la revisión de los estribos del tercer puente al que vamos a llegar al final de esta semana. 

¿Esta tragedia cambia en algo la decisión del Gobierno de dejar por fuera del Plan Nacional de Desarrollo la construcción de una doble calzada para la vía Cúcuta-Ocaña?

Esta es una vía de la red nacional de carreteras, es una vía muy importante para la región y el país. Antes de tener esta eventualidad, teníamos presupuestado un contrato de mantenimiento del corredor. Para atender la emergencia se destinaron 19.000 millones de pesos entre obra e interventoría, los cuales se están ejecutando en los trabajos mencionados. Esta vía, además, está incluida en los corredores de las vía nacionales que están en el Plan Nacional de Desarrollo.

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Estamos estructurando un programa de obra pública, con el fin de atender este y otros corredores con mantenimiento y rehabilitación de unos tramos, y algo que llamamos gestión vial integral, donde tenemos varios servicios en la carretera. Aquí lo que se ha estimado son inversiones por más de 100.000 millones de pesos en el Gobierno del presidente Gustavo Petro. Estamos en el trámite de estructuración de un gran contrato por este valor, una vez superemos esta emergencia. 

Ha habido algunas voces de alerta sobre otra posible remoción sobre esta vía. También preocupan otros sectores como El Cerro y La Laguna. ¿Han evaluado qué tan posible es que esta tragedia se repita?

Ese análisis le corresponde a la UNGRD y ellos con sus técnicos lo vienen adelantando. Sin embargo, nosotros hemos hecho algunos sobrevuelos por la cuenca alta del corredor revisando alternativas, pero este es un tema que le corresponde netamente a la UNGRD.

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