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PAE no solo alimenta con amor, genera miles de empleos en Norte de Santander
El programa cuenta con manipuladas de alimentos, muchas de ellas migrantes, quienes encontraron en él una fuente de ingresos.
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Sábado, 19 de Octubre de 2024

Silvia Lorena Rincón Rodríguez madrugada cada día para salir de su casa, de la vereda El Tarrita de Ábrego, hacia lugar de trabajo. Ella tiene una misión muy importante en la formación de las futuras generaciones: la preparación de los alimentos para los niños de la Institución Educativa El Tarra.

La manipuladora del Programa de Alimentación Escolar (PAE) de Norte de Santander se siente muy agradecida por la labor que desarrolla, porque con ella no solo genera los ingresos para su sostenimiento y el de su familia, sino que le permite también estar más atenta a sus hijas.

“En el restaurante escolar tengo la oportunidad de estar con mis niñas, una de ellas estudia segundo grado y la otra quinto. Puedo estar pendiente de su alimentación y la de los demás niños. Deseamos que la Gobernación y la directiva del PAE sigan impulsando este programa, como lo ha hecho”, expresó Silvia Lorena Rincón.


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Historias similares, como la de esta mamá, se repite miles de veces como resultado de la ejecución de esa política educativa, cuyo objetivo principal es “alimentar cuerpos y nutrir mentes”, de acuerdo con la gerente del PAE en el departamento, Erika Jaimes.

Estas trabajadoras, en su mayoría, son jefas de hogar. Incluso, algunas son migrantes venezolanas, quienes encontraron en este plan educativo la posibilidad tener empleo.

La manipuladora de alimentos Francia Alfonso Hoyos presta sus servicios en la Institución Educativa Agustina Ferro de Ocaña, tiene tres hijos y ha tenido empleo en la cocina durante los últimos 7 años en el PAE, lo cual ha sido fundamental para las finanzas de su hogar.

“Mi trabajo aquí me ayudó a que mi hija estudiara en la universidad y se convirtiera en profesional. Ella es contadora pública, gracias a Dios. El programa de alimentación se ejecuta de manera excelente; mi hija menor tienen 11 años y estudia aquí, porque lo que también se beneficia del PAE”, afirmó Hoyos.

Marta Prada también lleva 7 años de labores como manipuladora en el plantelAgustina Ferro de Ocaña, por lo que reconoce que “el PAE es un gran beneficio para los niños del departamento”, entre ellas su hija, quien estudia en esa escuela.

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El PAE ejecutado por la Gobernación de Norte de Santander atiende a 116.933 estudiantes, en las zonas rural y urbana./ Foto La Opinión
Capacitación constante

“El PAE se ha convertido en una fuente de empleo para nosotras, como madres cabeza de hogar. Nos capacitan constantemente para brindar una labor impecable, hacer un buen servido de los alimentos para los niños, buena presentación y calidad y en el manejo de la minuta”, sostuvo la manipuladora del PAE del Megacolegio La Frontera de La Parada, Marta Pérez.

Explicó que velan para que cada que cada área del restaurante escolar cumpla las condiciones higiénicas para trabajar y el manejo de los productos. 


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“Aquí les cocinamos con amor a los estudiantes, vemos a los niños como si fueran nuestros hijos, por eso cada día buscamos mejorar. Es importante que se siga impulsando el PAE, porque hay  muchos niños que son migrantes y no tienen la alimentación necesaria en sus casas, por lo que la comida que les damos aquí puede ser el único plato balaceado que reciban durante el día”, destacó la manipuladora de alimentos.

La gerente del PAE, Erika Jaimes, precisó que en Norte de Santander hay 2.300 manipuladoras de alimentos al servicio del programa, en 1.879 unidades educativa.

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Estas mujeres, que son debidamente capacitadas, dicen cocinar con amor, porque ven reflejados a sus hijos en esos estudiantes./ Foto La Opinión
Bendición para migrantes

La migrante Gleidis Pérez, representante del Comité de Alimentación Escolar (CAE) del megacolegio y quien además tiene a dos hijos como beneficiario del programa, manifestó que esta política cumple los estándares más altos de eficiencia y calidad.

Pérez recalcó que el PAE brinda “una alimentación completa a los niños y jóvenes, con un trabajo de las manipuladoras impecable”. 

“Mis hijos estudian hace seis años en la institución y, como mamá migrante, reconozco que ha sido una bendición”, precisó, recordando que así como sus niños, el 60% de los alumnos de esa escuela reciben su alimento balanceado diario.

El profesor Jairo Pabón Capacho, representante del CAE del Megacoelgio de La Frontera, apuntó que el PAE significa una mejora en el desarrollo físico y mental de los estudiantes, por eso abogó para que desde el Gobierno Nacional se trabaje para que abarque al 100% de la matrícula del país.

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La mayoría de las manipuladoras del PAE son jefas de hogar, quienes, además, tienen hijos que se benefician del programa./ Foto La Opinión

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