Durante dos días en el aula máxima del emblemático Colegio José Eusebio Caro retumbaron las voces de más de 400 líderes sociales quienes agitaron las banderas de la paz en la convulsionada zona del Catatumbo.
Casi 200 años después de las polarizadas luchas ideológicas entre Bolívar y Santander por direccionar las políticas del Estado para el bienestar de las comunidades, Ocaña se convirtió en el escenario propicio para debatir el futuro de la nación durante las mesas de diálogos sociales y ambientales entre funcionarios del Alto Comisionado de Paz y el Estado Mayor Central de las Farc-EP.
La interlocución entre voceros comunales, excombatientes de la agrupación subversiva y funcionarios del Gobierno sirvió para articular planes de inversión social encaminados a lograr la convivencia pacífica de los pueblos.
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Salud, educación, infraestructura vial, recursos naturales, seguridad alimentaria, una reforma agraria integral, electrificación rural, saneamiento básico ambiental, vivienda de interés social, proyectos alternativos y mayores oportunidades aparecen en la agenda de los negociadores.
¿Si no es ahora, cuándo?
Los dirigentes, negociadores, autoridades indígenas y ambientales coinciden en reconocer la única oportunidad para cambiar las costumbres y lograr la convivencia pacífica.
El alcalde de Ocaña y presidente de la Asociación de Municipios de la provincia de Ocaña, sur del Cesar y zona del Catatumbo, Emiro Cañizares Plata, recalcó sobre los beneficios del cese bilateral al fuego para generar la transformación del tejido social de los pueblos.
“Que la gente se sienta segura para desarrollar los distintos programas de inversión en comunión con la naturaleza”, instó el mandatario al advertir sobre las secuelas de las malas prácticas agropecuarias, la minería ilegal y la desolación de la confrontación armada sin sentido en un territorio con tantas riquezas.
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Coincidieron en sus apreciaciones el delegado de la presidencia de la República, coronel de la reserva activa Luis Alfonso Novoa; los alcaldes de Teorama, Huber Conde; San Calixto, José Luis Balmaceda Pinzón, El Carmen, José Reinel Contreras; Convención, Alexander Botello y el vocero de las Farc, Andrey Abendaño Guevara quienes proponen una campaña masiva de reforestación para la prolongación de la existencia humana.
Un proceso lento
Carlos Eduardo García Téllez, más conocido con el nombre de guerra en las Farc, Andrey Abendaño Guevara asegura que los procesos son muy importantes, pero a la vez difíciles al intentar coincidir los distintos puntos de vista de una realidad.
Considera que la paz se construye juntando las pequeñas acciones del ser humano, mediante el diálogo para trazar la hoja de ruta para el andar de la gente.
“Todos los que nos encontramos inmersos en el conflicto armado en los territorios rurales afectados por la violencia debemos aportar ese granito de arena. Tanto la sociedad civil, la delegación del gobierno, la comunidad internacional y las organizaciones estamos comprometidos con un tema común e inalienable del ser humano como es el medio ambiente”, reiteró.
Sobre los tropiezos de las distintas delegaciones para consolidar una paz confiable y duradera manifiesta el vocero de las Farc que hace falta mucha voluntad política.
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“50 años de conflicto no podemos resolverlo de la noche a la mañana y requiere de mucho tacto y compromiso de todos. Ante la exclusión de un sector, la paz comienza a cojear, la misma dinámica de la mesa itinerante hace que el proceso sea lento. Las condiciones de seguridad impiden en la transformación territorial en derechos fundamentales”, recalca Andrey Abendaño.
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