La población mayor empezó a ser homenajeada a partir de la primera Asamblea Internacional de la Organización de las Naciones Unidas realizada en 1982 y dedicada al envejecimiento. En Colombia, mediante la Ley 271 de 1996, se estableció que el último domingo del mes de agosto de cada año, se celebra el Día Nacional de las Personas de la Tercera Edad y del Pensionado.
Hoy en día el envejecimiento demográfico es un proceso en marcha, con variaciones en las regiones y entre países. Tal como lo advierte la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, en su publicación “Envejecimiento, personas mayores y Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible” si bien el mundo está entrando en una etapa de envejecimiento acelerado, en la mitad de los países, el proceso es incipiente y moderado, y los mayores cambios ocurrirán de aquí a 2030.De ahí, la importancia de anticipar las implicaciones económicas y sociales, así como tener en cuenta los cuidados en salud necesarios en esta etapa de la vida.
A nivel mundial, entre 2015 y 2030 la población de 60 años y más, pasará de 900 millones a más de 1.400 millones de personas, lo que supone un incremento del 64% en tan solo 15 años, siendo el grupo de edad que más crece. Dentro de este marco, América Latina y el Caribe se encuentra además en la antesala de un cambio sin precedentes en su historia: en 2037 la proporción de personas mayores sobrepasará a la proporción de menores de 15 años. En valores absolutos, la población de 60 años y más, compuesta en la actualidad por unos 76 millones de personas, tendrá un período de amplio incremento que la llevará a alcanzar los 147 millones de personas en 2037 y 264 millones en 2075.
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ODS3: Permitir un envejecimiento saludable, bienestar y acceso a servicios de salud y atención
Si bien es cierto que, a medida que las personas envejecen, sus necesidades de salud, atención y apoyo se vuelven cada vez más complejas y requieren respuestas integrales y centradas en las personas; pensar en la ampliación de la esperanza de vida ofrece oportunidades, no solo para las personas mayores y sus familias, sino también para las sociedades en conjunto.
No obstante, al proceso de envejecimiento anatómico, fisiológico e inmunológicose atribuye con mayor susceptibilidad la presencia de infecciones, por esto se dice que, las personas de edad avanzada son particularmente propensos a sufrir neumonía; y que la incidencia de neumonía adquirida en la comunidad, especialmente la producida por Streptococcus pneumoniae y virus de la gripe, aumenta drásticamente con el envejecimiento. La incidencia en mayores de 75 años es 9 veces más alta que en los que tienen entre 15 y 44 años, supera en 5 veces la que sucede entre 44-64 años y duplica la incidencia que se observa en las personas de entre 65 y 74 años.
A esto se suma, el virus sincitial respiratorio, VSR, un virus contagioso que afecta el tracto respiratorio, es decir, la nariz, la garganta y los pulmones, en los adultos mayores, de 65 años o más; y sus complicaciones incluyen neumonía y empeoramiento de ciertas afecciones crónicas, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y la insuficiencia cardíaca congestiva.
Considerando este panorama, es fundamental entender que la inmunización es un factor esencial para respetar el derecho fundamental de las personas a disfrutar del mayor grado posible de salud física y mental y también como una inversión de futuro a través de la creación de un mundo más sano, seguro y próspero para todos.
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La inmunización es la clave de una población sana y productiva, es por esto que, debemos reconocer su valor y potenciar al máximo su eficacia y seguridad. Desde Pfizer trabajamos para fortalecer las alianzas dentro y fuera del sector de la salud en el marco de un esfuerzo coordinado por mejorar el acceso a una atención primaria asequible y de alta calidad, lograr la cobertura sanitaria universal y acelerar los avances hacia el logro de los ODS. Vale la pena pensar en un mundo en el que todas las personas, en todas partes y a todas las edades, se beneficien plenamente de las vacunas para su salud y bienestar,señala Ana Dolores Román, gerente general de Pfizer Colombia y Venezuela.
La vacunación es una piedra angular en la construcción de sociedades más saludables, equitativas y prósperas, pues, la prevención de las infecciones por medio de la inmunización no solo protege a las personas contra las infecciones farmacorresistentes, sino que además reduce la propagación de estas y la necesidad y el uso de antibióticos, contribuyendo así a la lucha contra la resistencia a los antimicrobianos.
Es indispensable efectuar medidas que garanticen la promoción y protección delos derechos de los adultos mayores, considerando el respeto por sus cuidados necesarios y adecuados, como, acceso a la vivienda, a la alimentación, al agua de buena calidad, a la provisión de ingresos, acceso universal a la seguridad social, a los servicios de salud, a programas de protección social, al cuidado y soporte familiar, a promover y garantizar un envejecimiento activo, satisfactorio y saludable.
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