Desde el inicio de la pandemia, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió sobre las devastadoras consecuencias que podría traer la crisis sanitaria para la atención de enfermedades no transmisibles como el cáncer. El pasado 4 de febrero, día en el que se conmemoró la lucha contra esta enfermedad, los datos revelados por las autoridades sanitarias y medios de comunicación confirmaron lo previsto.
Giovanny Montoya, director médico en Astellas Farma Colombia, hizo el siguiente análisis sobre la situación en el país:
"El cáncer nos está tomando ventaja y si no hacemos algo para controlarlo, podríamos enfrentar una epidemia mucho más mortal que la desarrollada por la
COVID-19. De acuerdo con la OMS, el cáncer es la segunda causa de muerte a nivel global. En 2020 se diagnosticaron en el mundo más de 19 millones de nuevos casos y 10 millones de personas murieron por esta patología. En Colombia, según la Cuenta de alto costo, entre el 2 de enero de 2019 y el 1 de enero de 2020 se reportaron más de 347,700 personas con algún tipo de cáncer y 26,306 fallecimientos.
A pesar de los esfuerzos del sistema por incentivar el uso de tecnologías digitales como la telemedicina, se desconoce el impacto real de estas estrategias en la atención oportuna de los pacientes con enfermedades no transmisibles. Es preocupante la situación de Colombia, muy bien descrita por la última encuesta de la Asociación Colombiana de Hematología y Oncología (ACHO), en la que el 51% de los especialistas encuestados consideran que se han presentado casos de diagnóstico recientes en estadios más avanzados del cáncer, por el temor de los pacientes a consultar, o por la falta de acceso a los servicios de salud.
Prueba de ello es que según el Sistema Integrado de Información de la Protección Social (SISPRO), en el segundo trimestre del 2020 se atendieron 44% menos casos de cáncer, y las pruebas diagnósticas tales como mamografías (cáncer de seno), citologías (cuello uterino), colonoscopias (colon) y estudios de médula ósea (leucemia), disminuyeron respectivamente en un 84, 90, 83 y 59 por ciento 3 ; planteando así un escenario complejo para los pacientes en el país.
En algunas regiones de Colombia, por ejemplo, Atlántico, que tiene una de las tasas más altas de incidencia en cáncer de mama y cuello uterino 4 , dejar de hacerse los exámenes diagnósticos podría incrementar la morbilidad y mortalidad asociada. Situaciones similares podrían suceder en el Valle del Cauca con el cáncer de próstata o en Quindío, Córdoba y Norte de Santander con la leucemia.
Por eso, el llamado de hoy es a toda la comunidad médica, científica y a la población general para que juntos sigamos buscando soluciones a favor de la vida y aprovechemos el esfuerzo que están haciendo los prestadores de servicios de salud, junto con todos los actores del sistema para responder a la crisis, ofreciendo alternativas de telemedicina y atención domiciliaria para los pacientes, en quienes recae la responsabilidad de acudir al especialista ante cualquier síntoma sospechoso.
El temor por contagiarse de la COVID-19 es válido, pero no puede ser una excusa para evitar o dejar de asistir a consultas y controles médicos que pueden salvar la vida. La predicción de la OMS es que los casos de cáncer aumentarán en un 50% durante las próximas dos décadas. En nuestras manos está hacer que esta no sea una nueva profecía cumplida".
