Su vida criminal
De estar vivo, Arredondo cumpliría hoy sus 42 años. Este cucuteño salió de la cárcel señalado como el responsable del homicidio de Eduar Adrián Parra Ceballos, ocurrido en febrero del 2013, en el barrio Alfonso López.
Sin embargo, este hombre no llevaba mucho de estar libre cuando se conoció que era buscado por el asesinato de Camilo Alexis Gélvez, ocurrido 28 de abril del 2020 en Cuberos Niño. Además, tenía órdenes de captura por tentativa de homicidio y porte ilegal de armas de fuego.
Pero, cada que las autoridades querían capturarlo no lograban hacerlo debido a que tenía gente por todo ese sector y cuando veían un movimiento extraño, de inmediato le avisaban y corría a esconderse en la parte más alta, escabulléndose entre las callejuelas.
“Siempre se la pasaba en una moto Suzuki DR650 y su volqueta. Mandó a instalar cámaras en diferentes puntos y le obedecían varios sicarios que se encargaban de custodiar las ‘ollas’ (expendios de drogas)”, dijo un investigador judicial.
Arredondo llegó a ser el ‘rey’ de La Tomatera, lugar que se caracteriza por ser una ‘fortaleza’ del microtráfico y el consumo del mismo.
Su dominio en esta zona se dio luego de que la Policía Metropolitana y el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) golpeara a las estructuras que mantuvieron durante años el control total del microtráfico. Entre ellas, según las autoridades, está la de Javier Pérez Sánchez, alias Mamel, quien ha estado varias veces en prisión, y la de Dani Fabián Hernández Rincón, Ñuñú, detenido en la cárcel de máxima seguridad en Girón (Santander) y con quien rompió relaciones con Arredondo.
“Está casado con una hermana de ‘Ñuñú’ y como ya conocía el movimiento de la droga en esa zona, llegó a dominar todo sin ningún problema”, aseguró una fuente judicial, en un informe publicado en septiembre pasado.
Las autoridades tienen claro que la muerte de ‘Cabezón’ se desató por un ajuste de cuentas. Sin embargo, no se conoce que banda estaría detrás.