Una investigación de cuatro años llevó a que tres militares y un civil terminaran tras las rejas por apropiarse presuntamente de 240 kilos de clorhidrato de cocaína.
Investigadores de la Fiscalía octava especializada de Cúcuta, le siguieron los pasos a José Andrés Sierra Reyes, sargento segundo del Gaula en Medellín; Edinson José Sandoval Montañez, soldado profesional en Cúcuta, y a Jimmy Bejarano Beltrán, sargento viceprimero en retiro, residenciado en Armenia.
Según la Fiscalía tras la investigación, descubrieron la participación de estos tres militares en los delitos de tráfico, fabricación y porte de estupefacientes agravado, fraude procesal y falsedad ideológica.
La historia
El sábado 6 de agosto de 2016, un camión de carga fue abandonado en la vereda San Pablo de Tibú, antes de un retén militar. Ese día las autoridades hallaron camuflados en un compartimiento del vehículo 60 kilos de clorhidrato de cocaína, pero sin un solo capturado.
Sin embargo, se conoció que días después, ante las autoridades se presentó Diovane Saravia Velásquez, quien aseguró haber sido víctima de unos militares y un presunto guerrillero que lo obligaron a conducir ese vehículo o de lo contrario atentarían contra la vida de su familia.
Por ello, cuando Saravia iba conduciendo desde la vereda Versalles, al notar el retén militar llegando a Tibú, abandonó el vehículo y huyó.
La investigación en contra de los militares inició, pero a medida que avanzaba el tiempo, el material probatorio recolectado como entrevistas, declaraciones, interrogatorios, reconocimientos fotográficos, inspecciones judiciales e interceptaciones telefónicas, se fue tejiendo una historia distinta a la contada por el conductor del vehículo.