Minutos después de haberse conocido que la Comisión Seccional de Disciplina Judicial suspendía por tres meses a la jueza Primera Penal Municipal con Funciones de Control de Garantías Ambulantes, de Cúcuta, Vivian Polanía Franco, ella habló con La Opinión y aseguró que aún no le habían notificado tal decisión.
La decisión disciplinaria fue tomada por lo ocurrido la semana pasada durante una audiencia virtual, cuando se le encendió la cámara y ella no tenía la toga, que es de uso obligatorio para los jueces, además, estaba con poca ropa y fumando.
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“No me han notificado nada y me voy a defender, porque me encuentro muy enferma por la sobrecarga de trabajo, de lo cual notifiqué a todos mis superiores desde marzo, pero hasta ahora no me han puesto atención”, señaló la togada.
Agregó: “tengo la historia clínica, además, me encuentro incapacitada. También me encuentro muy mal por todo el bullying que me vienen haciendo”.
Sin embargo, el ente disciplinario consideró que la jueza incurrió en la infracción de los deberes asignados para los administradores de justicia, porque “es deber de los funcionarios de la rama judicial desempeñar con honorabilidad, solicitud, celeridad, eficiencia, moralidad, lealtad e imparcialidad las funciones de su cargo”.
El fallo añadió: “que la citada jueza se haya presentado a la audiencia con un atuendo claramente inadecuado para el ejercicio de su función pública, en una cama, semidesnuda, fumando y con notoria dificultad en la articulación de sus palabras, choca abiertamente con el citado deber, porque no corresponde al decoro con que una jueza, en cualquier país del mundo, debiera presentarse a administrar justicia a los ciudadanos”.
Una audiencia delicada
Y este controversial suceso de la jueza se dio en medio de una audiencia, donde pretendían revocar la medida de aseguramiento de detención preventiva impuesta contra Joaquín Medina Duarte, quien es uno de los señalados de haber participado en el atentado contra las instalaciones de la Brigada 30 del Ejército, ocurrido el 15 de junio de 2021.
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Medina Duarte es el papá de Andrés Medina, alias ‘El Capi’, quien se encargó de planear y ejecutar el atentado contra la guarnición militar, que fue pagado por la disidencia del Frente 33 de las Farc, que dejó 44 heridos y daños millonarios.
A Joaquín Medina lo vincularon al proceso penal porque es señalado de haber comprado la camioneta que cargaron con explosivos y luego detonaron, así como la motocicleta que usaron para que ‘El Capi’ escapara con un cómplice.
En un escrito hecho por el procurador que estuvo en la audiencia, se narra paso a paso como se dio toda la diligencia y describe lo ocurrido accidentalmente cuando a la jueza Vivian Polanía se le enciende la cámara, dejando ver como se encontraba presidiéndola.
Sin embargo, la audiencia finalizó y el abogado defensor de Joaquín Medina apeló la decisión de la jueza, por lo que un juzgado en segunda instancia tendrá que definir si revocan la medida de aseguramiento en centro carcelario que le tienen.
A raíz de lo sucedido, la jueza Polanía Franco aseguró que la decisión que tomó fue en derecho y que no es como dicen que se encontraba bajo los efectos del alcohol o alguna droga. “Estoy muy segura que el juez que le toque la apelación se va a dar cuenta que en ningún momento fallé en mi decisión”.
Por ahora, Vivian Polanía espera a que le notifiquen la sanción que tomó Comisión Seccional de Disciplina Judicial para defenderse y tratar de revertirla.
Una jueza polémica
Cabe recordar que la jueza Vivian Polanía ha sido muy controvertida por su perfil de Instagram, donde se muestra haciendo ejercicios y con muy poca ropa, lo que tiene enamorados a muchos e incomodos a otros.
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Aunque ella afirma que lo que muestra en esa red social nada tiene que ver con su vida profesional como jueza, si ha sido muy criticada, porque muchas personas creen que ese no debería ser el comportamiento social de alguien que ocupa un cargo como el de ella.
Sin embargo, Polanía Franco sostiene que eso hace parte del libre desarrollo de la personalidad de alguien que, a pesar de ocupar tal cargo público, tiene su vida privada.
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