Envuelto en un costal, con una mano amputada y con cuatro impactos de bala, terminó Ramón Egardo Castillo, alias 'Orejas', un temible homicida que, presuntamente, delinquía al servicio de Los Rastrojos en la zona rural de Cúcuta y Puerto Santander.

A un costado de la polvorienta carretera del sector El Infierno, en la vía que conduce al corregimiento Banco de Arena, zona rural de Cúcuta, fue descubierto el cadáver de Castillo, hasta donde tuvieron que arribar los miembros de una funeraria para trasladarlo al Instituto de Medicina Legal.

Aunque la Policía Metropolitana de Cúcuta ya había divulgado el rostro de este presunto homicida en el cartel de los más buscados, quien tenía una orden de captura por homicidio, los esfuerzos de las autoridades para capturarlo fueron en vano.

El rastro que tenían los investigadores judiciales de este hombre solo alcanzó a evidenciar su macabro accionar en la zona rural, dejando una escala mortal que, cada vez, infundía más temor entre los habitantes de esta zona.

En algunos crímenes que se registraron en Puerto Santander y otros sectores de la zona rural de Cúcuta, los investigadores alcanzaban a escuchar el alias de ‘Orejas’, por lo que, poco a poco, lo empezaron a referenciar como uno de los temibles integrantes de la banda criminal Los Rastrojos, que imponía su ley a sangre y fuego.

En el cartel de los más buscados

A principios de diciembre del año pasado, la Policía reveló el cartel de los homicidas más buscados en esta zona del país.

Castillo fue señalado por las autoridades en ese momento, de asesinar a balazos a Eldrin Bresned Bedoya Zapata, conocido como Velásquez, cuando estaba en su casa, ubicada en el barrio 16 de Julio, de Puerto Santander. El hecho se registró en julio del año pasado. Las autoridades presumen que el crimen se produjo por un ajuste de cuentas.

El día del crimen, se conoció que en la vivienda donde quedó muerto Bedoya Zapata funciona una tienda, y que a las 4:40 de la tarde, arribaron al lugar dos hombres en una motocicleta. Uno de ellos, al parecer, era ‘Orejas’, quien se bajó del vehículo, entró hasta la casa, habló con la víctima por varios minutos y luego de pedirle una colombina, sacó un arma y le disparó hasta verlo morir.

La Policía informó en ese momento que ‘Velásquez’ frecuentó durante ocho meses los corregimientos Aguaclara y Guaramito, al igual que Puerto Santander y Boca de Grita (Venezuela), donde cumplió algunas tareas que le ordenaban Los Rastrojos, pero con la llegada del Eln a esa zona, lo amenazaron y tuvo que refugiarse del lado colombiano. Sin embargo, la misma organización ordenó su asesinato.

Desde entonces, la Policía ofreció una recompensa de hasta $5 millones por la información que conllevara a la captura de Castillo.

Con la muerte de ‘Orejas’ queda claro que en esta zona rural, además de mantenerse una disputa entre Los Rastrojos y el Ejército de Liberación Nacional (Eln), la llegada de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, en alianza con Los Rastrojos, desencadenan diferentes hechos al interior de las organizaciones ilegales que pueden generar crímenes y terror.