La pareja sentimental de Jeferson Martín Aguilar Vergel, quien fue asesinado a balazos en zona rural de Puerto Santander, lo recuerda como un hombre noble, alegre, servicial y al que no le gustaba meterse en problemas. Por eso, no comprende qué desencadenó la muerte de su ser querido.

La voz de la mujer se entrecorta con tristeza mientras recuerda que, luego de oír algunos rumores sobre la muerte de Jeferson Martín, acudió al sector Los Gaviones de la vereda El Diamante, donde encontró el cadáver del papá de sus dos hijos.

De inmediato, alertó a la Policía Metropolitana de Cúcuta para que se adelantaran las pesquisas correspondientes en la escena del crimen.

Sin embargo, por razones de seguridad, las autoridades no se trasladaron al sitio y prefirieron que miembros de una funeraria fueran hasta el punto donde quedó y lo trasladaran al Instituto de Medicina Legal en Cúcuta para que la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) se encargara de la inspección técnica.

Según la doliente, Aguilar trabajó los últimos ocho días en una finca arrocera, espantando los pájaros que llegan constantemente a los cultivos.

“Él antes trabajaba en el comercio de Puerto Santander, pero por la pandemia se cerraron algunos negocios y quedó sin empleo, por eso ahora había iniciado a trabajar en las fincas”, dijo la mujer.

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La doliente recordó que a las 5:00 de la tarde del sábado habló por teléfono con Jeferson y no notó nada extraño ni él le advirtió de que algo estuviera ocurriendo, simplemente le dijo que pronto terminaría su jornada de trabajo y se iría para su casa, ubicada en el barrio 16 de Julio, de Puerto Santander.

Según se conoció, al parecer, Jeferson Aguilar Vergel estaba en el sector Pacolandia, de Banco de Arena, una zona con fuerte presencia de Los Rastrojos y el Ejército de Liberación Nacional (Eln), cuando unos hombres armados lo retuvieron.

La víctima no regresó a su casa la noche del sábado, por lo que el presagio de que algo le había ocurrido empezó a invadir a sus familiares, acompañado de los rumores del asesinato de su ser querido.

Justo en la vereda El Diamante, donde constantemente ocurren crímenes y donde a la Policía y al Ejército le tienen prohibido ir, fue donde apareció el cuerpo sin vida de Jeferson Aguilar, un hombre que, según las personas que lo conocían, era noble, que no le gustaba meterse en problemas y del que no conocían amenazas en su contra.

“Era la persona más tranquila y sana que yo conocía. No le gustaba meterse con nadie y ni siquiera salía de la casa ni a tomar licor. Siempre fue dedicado a sus hijos y a su hogar con su familia”, recordó la compañera sentimental.

Aguilar recibió al menos siete impactos de bala en diferentes partes del cuerpo que le causaron la muerte de manera inmediata.

Por ahora, se conocen pocos detalles de los móviles detrás de este nuevo crimen y de los responsables del hecho.

El conflicto

Cabe recordar que en Puerto Santander y la zona rural de Cúcuta se mantiene la disputa a sangre y fuego de las bandas criminales, como la denominada Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Agc) y Los Rastrojos con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (Eln), por el control del territorio para lucrarse del narcotráfico y del contrabando que se mueve en la zona de frontera con Venezuela.

Entre los crímenes más recientes registrados en Puerto Santander, están los de Florencio Blanco Cortés, conocido como Gordo Cacha, y de Duglar Alirio Becerra Arias.

Los dos hombres fueron asesinados a balazos. ‘Gordo Cacha’ fue impactado en tres oportunidades, en la cabeza, el pecho, y abdomen. En el lugar del doble homicidio había vainillas.

Hasta el momento no se conoce ni un resultado positivo por parte de la Sijín ni Inteligencia de la Policía para capturar a los responsables de estos hechos, a pesar de que en Puerto Santander permanecen algunos altos mandos indagando dichos homicidios.