13 empresas de transporte público venezolano que cubren la ruta binacional deberán renovar el certificado de circulación con el Área Metropolitana de Cúcuta (AMC), que vence el próximo 30 de junio. Este proceso, que se realiza cada seis meses, implica una cantidad significativa de documentos y dinero, que convierte el trámite en un desafío considerable para estas empresas.
Los principales problemas que enfrentan estos prestadores de servicio son la vida útil de los vehículos y los elevados costos de los documentos necesarios.
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En Colombia la vida útil de las unidades no puede exceder los 24 años, mientras que en Venezuela, al no tener una medida similar, hay muchas unidades que exceden este tiempo y siguen funcionando como transporte público en la zona de frontera. Por esta razón, la línea Expresos Bolivarianos, que opera la ruta San Cristóbal-Cúcuta y viceversa, se verá obligada a retirar seis de sus 12 unidades activas.
De acuerdo con información recogida por el Diario La Nación, del Táchira, el costo de la póliza extracontractual, que dura un año, asciende a 1.200 dólares, casi 5 millones de pesos. Aunque existen facilidades de pago, como una cuota inicial de 310 dólares y cuotas mensuales de 300 dólares, este gasto sigue siendo significativo para las empresas.
Frontera, una de las líneas que opera en la zona de frontera, cubriendo la ruta Cúcuta – Colón, y que presta el servicio con cinco unidades, planea incorporar dos flotas más de 33 puestos, que le representaría una inversión de 15 millones de pesos por cada una, por los costos que implican la revisión tecnomecánica, el SOAT, la póliza extracontractual y demás requisitos.
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Mientras unos exponen dificultades por los costos y limitantes de acceso a territorio colombiano por antigüedad de los vehículos, otros dueños de línea se refieren a la falta de igualdad de condiciones para circular, aun cuando sus vehículos están en regla.
Alejandrina Ortiz, representante de la empresa La Moderna, expresó su frustración al respecto y reprochó el hecho de que los vehículos corta distancia que van de Colombia sí entran a Venezuela con unidades viejas, “y para nosotros no hay ninguna clase de flexibilización en Colombia".
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La situación es similar para los vehículos de cinco puestos operados por Colven, cuyos representantes han manifestado su insatisfacción por la falta de igualdad en el transporte binacional. La ruta impuesta por el Anillo Vial, que les impide ingresar al centro de Cúcuta, no resulta conveniente para ellos.
Las empresas que van a diligenciar sus certificados ante el AMC, esperan rapidez en el trámite de entrega para no tener que paralizar sus operaciones mientras esperan el permiso por otros seis meses.
*Con información de La Nación
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