A cuatro días de la habilitación del paso de vehículos a través del Puente Atanasio Girardot, en las localidades de San Antonio y Ureña se ha incrementado el movimiento comercial, pero los habitantes de estas jurisdicciones consideran que los puentes Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, también deben ser abiertos para la movilización de vehículos particulares y motos.
Al respecto, Isabel Castillo, representante de Cámara de Comercio de San Antonio, expuso que se está reactivando el sector turismo, restaurantes y supermercados, ante la llegada de colombianos, pero considera que las medidas deben ser flexibilizadas por un período más lago, a fin de que las personas puedan ponerse al día con cada uno de los trámites, en vista que el Soat es costoso para los venezolanos.
"Si vamos a abrir, vamos a tener que sacrificar algo, tanto de un lado como del otro y ponernos de acuerdo y flexibilizar la norma, sin ir en contra de la norma, para que las personas puedan transitar libremente", expuso la gremialista.
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Castillo expresó que esperan con ansias que se abran los puentes Internacionales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, cuyas vías son importantes para la movilidad de los residentes de la zona de frontera que requieren acortar distancias y disminuir costos.
"El tercer puente Atanasio Girardot queda distanciado de San Antonio y Ureña, las zonas donde se ubican los sectores industriales, nos vamos a ver seriamente afectados porque la idea era una apertura 100%. Entonces no es posible que los demás puentes internacionales queden solamente para el paso peatonal", refirió Castillo.
Indicó que la activación de todos los puentes ayuda a reducir el uso de los pasos irregulares, en vista que las personas buscan reducir tiempo, distancia y recursos.
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Señaló que se quedaron asombrados y preocupados cuando fueron a los puentes internacionales de San Antonio y Ureña porque los vehículos fueron devueltos, en vista que la población pensó que la apertura iba a ser en todos los puentes internacionales. Además, indicó que la frontera no está abierta completamente debido a que no se puede transitar las 24 horas, sino a través de un horario.
"Las cosas deben ser como se dicen, entonces vemos otra cara que no es la que se mostró al inicio", expresó Isabel Castillo, por cuanto se preguntó cuál es el motivo de no permitir la movilidad vehicular a través del Puente Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander.
Decepción en la zona norte del Táchira
Juan Medina, presidente de la Cámara de Comercio de García de Hevia, expresó que cuando acudieron al Puente Unión, que une a Boca de Grita y Puerto Santander, se dieron cuenta de que esta estructura no está habilitada para el paso de vehículos de ningún tipo.
Por esta ruta transitan los habitantes de la zona norte de la región y regiones cercanas como la zona Sur del Lago de Maracaibo y Mérida, y antes del año 2015, vehículos de todo tipo, menos de cargas pesadas, hacían uso de la estructura.
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"Nos sorprende que la medida sea de esa forma, porque a nosotros los habitantes de la zona norte no nos beneficia en absolutamente en nada", expresó Medina.
Relató que a pesar de que tienen un puente a menos de 30 minutos, entonces los habitantes de García de Hevia y municipios aledaños ahora tienen que desplazar durante tres horas y media hasta llegar al Puente Atanasio Girardot para ir en vehículo hasta Cúcuta, lo cual es una idea descabellada.
Es importante recordar que al consular al gobernador del Táchira, Freddy Bernal sobre la utilización de los puentes Simón Bolívar, Francisco de Paula Santander y Unión, dijo que el único puente habilitado para el paso de vehículos livianos y motos es el Atanasio Girardot.
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Juan Medina señaló que los comerciantes e industriales de García de Hevia tenían expectativas en materia de turismo, pero ahora solo esperan una explicación sobre esta medida, que responde a que la frontera no está abierta al 100%. "De forma, se está abriendo la frontera, pero no de fondo", añadió.
Durante la inauguración del Puente Atanasio Girardot, Martín Labrador, empresario de Ureña, comentó que la apertura de este paso binacional es un sueño materializado, que empieza a hacerse realidad.
"Lo vemos como una reactivación económica para los municipios de la frontera", dijo Labrador, por lo que comentó que en el municipio Pedro María Ureña se ha reanimado en más de 20% y están contratando más mano de obra calificada, en los sectores de calzado, textil y plástico, gracias a que la llegada de la materia prima se hace en menor tiempo.
Anggy Polanco / Corresponsalía La Opinión
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