Authored by
~Las reiteradas quejas que se recibían a diario en la secretaría de
Gobierno del municipio, dando cuenta de los escándalos y de la alta
contaminación auditiva que se desprendían de una cancha de tejo que
funcionaba en el barrio Zulima I Etapa, obligó a actuar al titular de
este despacho, Oscar Gerardino.~
Las reiteradas quejas que se recibían a diario en la secretaría de Gobierno del municipio, dando cuenta de los escándalos y de la alta contaminación auditiva que se desprendían de una cancha de tejo que funcionaba en el barrio Zulima I Etapa, obligó a actuar al titular de este despacho, Oscar Gerardino.
La respuesta inmediata ordenada por el funcionario fue el cierre del establecimiento, dando por terminado también con la angustia y la zozobra de la comunidad, dado que hasta altas horas de la noche era sobresaltada por estallidos de pólvora y el ruido de la planta de sonido.
“Los dueños de estos negocios saben cuáles son las reglas de juego para funcionar, pero a muchos de les olvida y entonces incurren en violación de derechos a terceros”, dijo Gerardino.
Sobre la cancha de tejo, el funcionario manifestó que los administradores no cumplían con las normas del Plan de Ordenamiento Territorial (POT).
Adicional a esto la cancha colinda con un polideportivo una escuela, además de que venía funcionando en un sector residencial que no lo permite el POT, dijo.
Mabel Colmenares, presidenta de la junta de acción comunal, agradeció en nombre del barrio las medidas adoptadas, al tiempo que solicitó a la administración municipal la cesión del terreno donde funcionaba la cancha a la comunidad.
Esta petición fue reforzada por el líder social Juan Antonio Molina, al señalar que el terreno es apto para un parque infantil o en su defecto para un parque biosaludable.
La respuesta inmediata ordenada por el funcionario fue el cierre del establecimiento, dando por terminado también con la angustia y la zozobra de la comunidad, dado que hasta altas horas de la noche era sobresaltada por estallidos de pólvora y el ruido de la planta de sonido.
“Los dueños de estos negocios saben cuáles son las reglas de juego para funcionar, pero a muchos de les olvida y entonces incurren en violación de derechos a terceros”, dijo Gerardino.
Sobre la cancha de tejo, el funcionario manifestó que los administradores no cumplían con las normas del Plan de Ordenamiento Territorial (POT).
Adicional a esto la cancha colinda con un polideportivo una escuela, además de que venía funcionando en un sector residencial que no lo permite el POT, dijo.
Mabel Colmenares, presidenta de la junta de acción comunal, agradeció en nombre del barrio las medidas adoptadas, al tiempo que solicitó a la administración municipal la cesión del terreno donde funcionaba la cancha a la comunidad.
Esta petición fue reforzada por el líder social Juan Antonio Molina, al señalar que el terreno es apto para un parque infantil o en su defecto para un parque biosaludable.
