

Actuó en las telenovelas Alejandra y El Desafío en los papeles de ‘Carta cortada’ y ‘Pepo trueno’, respectivamente en Radio Caracas televisión. Apenas había cumplido 16 años, pero dice que nació con el motor prendido de ser artista integral.
José Ferrer, así a secas, ha hecho carrera en la República Bolivariana de Venezuela, su país, y cuando adquirió madurez, que fue a partir de los 25 años, le surgió la preocupación de llenar los vacíos existentes en la población adolescente, entre ellos el de los valores. Su inquietud iba más allá, porque la gente no asumía la mínima responsabilidad. “Es decir, uno se compromete con algo debe cumplir y si no puede en ese momento, entonces buscar la manera en que lo puede solucionar y no dejarlo a la deriva”.
Vio en el teatro la opción para inculcar esos valores en los adolescentes y conformó, con otros ocho artistas profesionales, la fundación teatral India Rosa. Ahí aplica toda la experiencia adquirida en estos quince años y lo aprendido en la Escuela de Artes Plásticas de Mérida ‘César Rengifo’.
Aunque sus estudios académicos fueron direccionados en mercadotecnia y marketing en comunicaciones en el Instituto Superior Universitario de Mercadotecnia en Caracas afirma con vehemencia que se considera ‘ciento por ciento artista’. Montó entonces tres obras de teatro: ‘El cofre de los sueños’, ‘Maléfica’ y ‘Ciudad Gótica’ con las que pretende no solo llevar a los estudiantes al teatro sino también llevar el teatro a los colegios, encaminado a una labor social, con un propósito. En el 2001 empezó a recorrer Venezuela con sus tres presentaciones con resultados exitosos.
En el 2002 inició ‘una relación de amor’ con Colombia por medio del premio dramatúrgico que le otorgó el teatro municipal Enrique Buenaventura de Cali por la obra ‘El Rey David’. Recuerda que ese día cuando venía bajando las escaleras del avión “se me salieron las lágrimas. No podía creer que estaba en Colombia”. Ahí empezó a darse a conocer.
Después fue invitado a Bogotá con la obra teatral ‘Perla negra’. Y el año pasado regresó a la capital de la República con Ciudad Gótica, montada con personajes colombianos.
José Ferrer quiso ampliar su radio de acción porque el teatro lo hace con propósito social y direccionado siempre a los colegios, a los alumnos de 12 años en adelante que es donde empieza la etapa de la adolescencia.
Alianza con la Fundación Cerámica Italia
Su sueño de traspasar la frontera se cristalizó este año, el 29 de abril, cuando la Fundación Cerámica Italia lo invitó para crear una alianza estratégica y presentar Maléfica y Caspián, obra de teatro en donde José Ferrer hace el papel de Monomágico, el personaje que tiene intrínseco los valores de la honestidad, lealtad, amor, respeto, entre otros. En esa ocasión el teatro Zulima se llenó de estudiantes y se convirtió en la partida para darle la bienvenida a otras apuestas teatrales.
La Fundación Cerámica Italia busca que no solo los colegios privados puedan acceder a las obras sino también los públicos y por eso inició la socialización de ‘Ciudad Gótica’, la próxima obra de teatro que se presentará en el teatro Zulima.
Piedad Valero de Salgar, representante legal de la Fundación Cerámica Italia recordó que el teatro Zulima se recibió en un avanzado estado de deterioro y se logró rescatar para ponerlo de nuevo en funcionamiento, al servicio de la comunidad.
La Fundación Cerámica Italia lidera el proyecto ‘Miércoles de Cultura Regional’, en convenio con el Ministerio de Cultura en sus políticas de habilitar espacios culturales para el desarrollo integral de la ciudad.
Ciudad Gótica
Es una pieza teatral que refleja la situación de los jóvenes ante las drogas y los problemas familiares. Es una historia escrita por el dramaturgo José Ferrer y producida por la actriz Norymar García y pronto llegará a Cúcuta con un solo propósito: afianzar los valores en los adolescentes.
En “Ciudad Gótica”, comienzan las clases, y los estudiantes reciben a una profesora de Literatura, que al confrontar a cada uno de los integrantes de su clase descubre que tienen un gran parecido con sus amigos, aquellos que estudiaron con ella cuando tenía 13 años y que están muertos o cercenados por la justicia como consecuencia del consumo de drogas, el abandono familiar, la falta de comunicación, sexo, y ruptura de la realidad personal con respecto a la del entorno, sus compañeros que no lograron alcanzar sus metas y propósitos de vida y que nunca comprendieron el significado de la felicidad.
José Ferrer ha ganado varios premios nacionales e internacionales y ha viajado con sus obras a México, Argentina y España.