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Adriana Serrano, uno de los soportes de María Camila Osorio
La mamá de la mejor tenista colombiana del momento contó pormenores de su relación con María Camila y aconsejó a las madres de los deportistas en formación.
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Domingo, 30 de Mayo de 2021

Sencilla, respetuosa, flexible y fiel creyente en los planes de Dios, así es  la cucuteña Adriana Serrano Navarro, la madre de María Camila Osorio Serrano, la mejor tenista de Colombia en la actualidad y una de las deportistas más destacadas en la historia de Norte de Santander. 

De padre mundialista con la Selección nacional de fútbol en Chile 1962 y una madre jugadora de baloncesto, Adriana nació ligada al deporte. Fue basquetbolista y por su desempeño tuvo pasos por la Selección Norte y Colombia de esta disciplina, antes de que una lesión hiciera que dejara a un lado la practica competitiva. 

Casada con el convencionista Juan Carlos Osorio, quien hizo proceso de divisiones menores como futbolista, su unión familiar continuó por el mismo camino. Madre de Sebastián y María Camila, Adriana es una orgullosa de sus hijos. 

“Como mamá, uno se siente muy orgullosa de sus hijos. Toda madre se siente orgullosa de que triunfen, que les vaya bien, sean felices, que hagan las cosas de la mejor manera y bueno, este año le ha ido muy bien a María Camila. Todos, como familia, la acompañamos en este proceso desde muy pequeña”, dijo la madre de la vigente campeona de la Copa Colsanitas. 

La sencillez y la fe, valores de familia 

Hablar con María Camila es hablar con una joven deportista sencilla, noble, cálida y con los pies en la tierra, características que muchos deportistas pierden cuando empiezan a acumular logros. 

“El ser tenista de alto rendimiento es una profesión como cualquier otra. Ella es tenista, le gusta lo que hace, es una persona sencilla. Mi esposo y yo en la casa tratamos de hacer con ella una buena persona, respetuosa, amable, humilde, cariñosa. Recalcamos los valores en casa. Ella de por si es muy alegre, sencilla, muy amable con todas las personas. María Camila siempre ha sido así, con una sonrisa en la cara. Vamos animándola y educándola”, respondió Adriana a la pregunta sobre de dónde venían esas actitudes. 

Otro de los puntos que marcan siempre las declaraciones de la tenista clasificada en esta semana como la 98 del mundo, es su reiterada confianza en Dios. 

“Somos una familia cristiana, creemos en Jesucristo. Siempre hemos creído e inculcado a Sebastián y Camila que con Él todo se puede. De la mano de Él, hay que seguir, tener esa convicción porque desafortunadamente los valores y principios se han perdido. Ella es el fiel reflejo de lo que ha vivido y cree. Ella refleja eso cada vez que entra a la cancha. Dios la ha puesto en un lugar con su talento. Él es el único que la he llevado, le tiene preparado un camino”,  afirmó la ‘Mamá-manager’, como la llama María Camila. 

¿Cómo vive los partidos?

En el tenis en sencillos, modalidad que se desarrolla de forma individual, la toma de decisiones es única y exclusiva del deportista, hecho que pone a ‘sufrir’ a los seguidores de los tenistas para que sus elecciones sean las más acertadas. 

“Los vivimos muy intensamente, sufrimos bastante. Nos angustiamos de verla jugar, de que todo le salga bien. Cuando entra a la cancha no veo el partido, rezo para que todo le salga bien, que tenga valentía. Trato de enfocarme en eso porque viéndolo siempre es bastante duro. Es muy complicado separar los sentimientos y emociones. Tratamos de dejar todo en las manos de Dios”, subrayó Adriana, quien en algunas ocasiones acompaña a su hija a las giras. 

Toda la carrera de la tenista número uno del país, ha traído consigo grandes sacrificios para todo el núcleo familiar, en especial la lejanía. 

María Camila Osorio y Adriana Serrano.

“Como papá uno siempre quiere tener a sus hijos cerca, sin embargo uno comprende que en el deporte de alto rendimiento hay muchos sacrificios. Uno lo toma por el lado de que a ellos le gusta, sabemos que la carrera en el deporte es maravillosa pero muy corta. En el momento que está de apogeo hay que apoyar y disfrutar. Uno tiene que cumplir diferentes roles, en diferentes momentos. A pesar de separarnos momentáneamente, siempre estamos pendientes y con las videollamadas todo es más beneficioso, es algo que nos acerca”, contó Adriana.
 
El cariño de la gente 

Sin dudarlo, a su corta edad, María Camila se convirtió en una institución deportiva en Cúcuta. Muestras de cariño en persona y por redes sociales invaden a la reciente semifinalista del WTA de Charleston y del WTA de Belgrado. 

“A decir vedad no veo casi las redes sociales. Me alegra de sobremanera los comentarios como la humildad, la sencillez. Me importa que mis hijos sean buenas personas, responsables, bondadosos, eso nos gusta. Que las personas vean eso en ellos, para nosotros, como papás, es algo muy lindo que nos enorgullece”, expresó.

La relación de las dos en el hogar

“María Camila es la niña más juiciosa del mundo cuando está en la casa. Le gusta mucho la cocina, bailar. Cuando llega de giras largas no le gusta salir de la habitación, ama su casa. Si tiene la posibilidad entramos a la cocina. Los ratos que tiene en la casa no son de cantidad pero si de mucha calidad. Disfrutamos salir a comer, nos gusta el plan de cine, estar con la familia. Disfruta mucho de sus abuelos, tíos, primos, su gente es lo que más disfruta y a lo que más le saca provecho”, confesó la madre de la cucuteña. 

La decisión de dedicarse de lleno al deporte 

La tradición contemporánea parece haber dictado en los padres guiar a sus hijos por una carrera universitaria muchas veces por encima de talentos y cualidades aparte de las académicas. ¿Cómo fue esa decisión de apoyar de lleno una carrera deportiva?

“María Camila siempre fue una niña con muy buenas notas académicas, muy disciplinada y mi hijo Sebastián también. Fueron sobresalientes en el colegió. En la medida que María Camila empezó a competir y estar viajando por dos y tres semanas seguido fue complicado. Nos dimos cuenta de esos y empezamos a escuchar el tema del deporte y le apostamos como familia, entre los cuatro vimos que ese era su sueño, su anhelo. Como papás decidimos dar el salto y apoyarlos. El Señor nos ha respaldado en ese tema”, contó. 

En referencia a si se esperaba el crecimiento de María Camila en el tenis cuando inició, fue sincera y comentó que no. 

“No, ni más faltaba. Mi papá jugó fútbol, mi mamá basquetbolista, mi esposo fue futbolista, mi hijo ha jugado fútbol profesional, somos familia de deportistas. Uno no tiene una varita mágica, mi esposo empezó a llevarla desde los 6 años a practicar tenis pero no pensamos en llegar a donde ha llegado. El deporte lo llevamos en la sangre, estamos contentos”, comentó Adriana quien en la casa es la ‘flexible’ mientras que su esposo, el exigente. “Es bonito porque está ese equilibrio. Yo soy la consentidora de mis hijos y como dice Camila, la ‘mamá- manager’”. 

Consejo para las madres de deportistas en formación 

“Principalmente que los amen, comprendan y apoyen. Que los escuchen porque desafortunadamente muchos talentos se pierden por estas situaciones. Los niños, cuando están pequeños quieren explorar, aprender deportes, artes. Cómo papás uno tiene que tratar de escuchar. Infundirles la frase ‘tú puedes’ y borrarle del diccionario el ‘no puedes’. Desde muy pequeños decirles que tú puedes hacerlo, lograrlo, eso va sembrando en ellos muchas cosas. Si le dices: no puedes hacer, no sirve, lo limitan desde muy pequeño

Muchas veces los niños se frustran porque empiezan a competir, no se preparan para perder y hay situaciones que se salen de las manos. Además de perder, salen y encuentran a un papito reclamándole por la derrota. El niño encuentra el desagrado de haber perdido y ahí se van perdiendo muchos talentos. Hay que dejarlos disfrutar. 

No hay nada mejor que apoyar a un niño con talento y más en estas épocas con tantas cosas malas”

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