Traer la Amazonía a la mesa de todos los colombianos es la apuesta del ecologista Julio Andrés Rozo Grisales, experto en finanzas y relaciones internacionales, administrador de empresas, con magíster en medio ambiente.
Con su trabajo ayuda a reducir la deforestación y a promover los Negocios Verdes que protegen los bosques.
Para Rozo Grisales el trabajo de los ambientalistas en Colombia, a través de los años, ha ido tomando mayor importancia por temas como el calentamiento global, que ya no es una teoría, un debate científico o académico, sino que es perceptible en el mundo e involucra a todos.
Los mensajes que día a día se difunden a través de redes sociales son una muestra de que muchas personas y todas las generaciones se han impregnado del tema ambiental, pero para Julio Andrés más que replicar dichos mensajes (que a veces generan miedo o parálisis y suelen ser pasajeros) hay que pasar del dicho al hecho, ser proactivos y evitar ‘normalizar’ los descontentos.
“El activismo colectivo y sin contenido, el cual no tiene propuestas, sino tan solo pancartas vociferantes, no logra defender a la Amazonía de la amenaza real de la deforestación; incide sí, lo logra, lo dudo”, define Andrés, quien además apoya al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
En Colombia “estamos en una euforia naciente hacia el ambientalismo. Estamos todavía en un punto de divergencia de reconocer desde el sector público y privado que hay que hacer mayores inversiones y robustecer presupuestos. Se ha hecho una gran comunicación y hay mucha más voz y mucho más interés. El tema medioambiental es más fuerte en la agenda pública y ha aumentado la conciencia”.
Negocios Verdes
Pero, para pasar del dicho al hecho, y para dejar de ser una nación reactiva –considera- dispuesta a la crítica y a endosar la responsabilidad de todo en alguien (por ejemplo el gobierno es el responsable de evitar la deforestación) nace la Escuela Bosque Amazonía Emprende que aboga por otro tipo de activismo: el activismo del consumo.
Este es un proyecto que se desarrolla en Florencia (Caquetá) y consta de cuatro ejes estructurales: aprovechamiento responsable de los productos no maderables del bosque, apoyo a los Negocios Verdes y sostenibles de la región, desarrollo de un vivero Amazónico y programas de turismo académico, científico y de negocios.
El primer fin es contribuir a restaurar zonas degradadas por deforestación “a partir de las actividades de nuestro megavivero (un terreno de 30 hectáreas). El segundo, cría de abejas meliponas (sin aguijón) para desarrollar un modelo de negocio de inclusión con las comunidades para que puedan generar ingresos y con ello tener incentivos para conservar sus bosques. El tercero, proyectos de turismos académico para que los colombianos visiten la Amazonia y se conecten con ella, y de allí puedan surgir nuevos proyectos entre los visitantes y los locales”, agrega.
La apuesta de los Negocios Verdes es poder llegar al mercado con los productos que salen de los bosques y de las zonas donde inciden los proyectos ambientales.
¿Qué tal un desayuno con chocolate de copoazú del Caquetá o queso o miel?.
¿Se ha detenido a analizar cuánto bien colectivo podría generar invertir su tiempo en sus próximas vacaciones yendo a San José del Fragua-Caquetá?.
¿Sabe cuánto significa un peso que sale de su bolsillo para algo que le enriquecerá a usted también, en términos de hectáreas de selva salvadas y familias amazónicas más felices?.
Estas preguntas no esconden ciencia alguna.
“Cuando los colombianos comprendamos que nuestros hábitos de consumo son uno de los grandes motores para conservar nuestros ecosistemas, no necesitaremos llenar la Plaza de Bolívar y salir de ella sintiéndonos “más ambientalistas” de lo que realmente podemos llegar a ser”, resalta este ambientalista.
(La cría de abejas meliponas (sin aguijón) sirven para desarrollar un modelo de negocio de inclusión.)
Seguir trabajando
Rozo Grisales es además conferencista de la Ruta Exportadora 2020 en los 32 departamentos de Colombia. El objetivo es capacitar a más de 10 mil emprendedores, empresarios y funcionarios públicos en el 2020 sobre sostenibilidad, Negocios Verdes y cambio climático aplicado al sector de turismo de naturaleza.
No se necesita ir a la Amazonía colombiana para cuidar el bosque. No se necesita hacer una jornada de limpieza para contrarrestar la generación de residuos en los ríos de Colombia.
“Insisto, basta con ser consumidores más conscientes. Consumidores que le permitamos la entrada a nuestros platos y a nuestros hogares a los productos y servicios de aquellos emprendedores y empresarios que están haciendo la tarea por generar prácticas ambientalmente eficientes y responsables en sus procesos”, concluye.
El papel de los medios de comunicación
Para Julio Andrés Rozo además del calentamiento global, los medios de comunicación ayudan a visibilizar otros retos como el deshielo en los polos, la deforestación, la sobreexplotación de recursos, la contaminación de los ríos, lo cual aumenta la conciencia ambiental y cree que una narrativa pertinente se ha logrado vincular a esos macroproyectos ambientales con temas sensibles para las personas como, por ejemplo, la seguridad alimentaria, acceso al agua, migraciones y seguridad.
Sin embargo, aún falta por hacer y el apoyo del Estado y de las empresas es fundamental. Sumado al tema de la seguridad para el desarrollo de dichos proyectos que conlleve a la atracción del turismo e inversionistas.
“El Ministerio de Ambiente tiene uno de los presupuestos más inferiores. Robustecer el SINA (Sistema Nacional Ambiental) es uno de los grandes retos. Pero, debemos lograr que las empresas se vinculen más hacia la inversión en temas ambientales y no solo desde el enfoque de lo que les corresponde para obtener permisos y licencias, sino también desde un enfoque adicional que vaya mucho más allá”.