Desierto de hielo
El BAM, un grandioso y costoso proyecto de la era soviética, atraviesa más de 4.000 km de Siberia, hasta el Pacífico.
Después de numerosas obras en la línea, Udokan Copper espera pronto enviar sus cátodos y condensados de cobre por tren hasta la frontera china y los puertos rusos sobre el mar de Japón.
"Estamos 2.000 km más cerca de Tokio que de Moscú", destacó Kazikaiev.
Pero son muchas las dificultades logísticas en este desierto de hielo.
Una central eléctrica fue construida para abastecer la energía necesaria para los trabajos de la planta. También se abrió una ruta para conectar el yacimiento con el minúsculo aeródromo de Novaia Chara, y hay un proyecto en estudio para aumentarlo.
En esta zona, muy poco poblada, donde viven algunas centenas de personas, debieron venir para la construcción de la planta unos 4.000 trabajadores de Siberia y de las antiguas repúblicas soviéticas.
En la cantera, Alexéi Yaschuk, de 44 años, director general adjunto y jefe de la explotación, avanza sobre la nieve y la neblina, explicando que tiene la costumbre de trabajar en medio de las tempestades y las fuertes nevadas.
"El principal desafío es mantener las rutas en buen estado. Las niveladoras y los bulldozers trabajan constantemente", cuenta. El trabajo solo se detiene cuando hay menos de 50 metros de visibilidad y el termómetro marca -35 ºC.
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