Norte de Santander necesita ser prioridad para el nuevo Gobierno a partir del 7 de agosto. El presidente Iván Duque deberá liderar la implementación de un plan integral de inversión que permita dar solución a las dificultades que están identificadas, especialmente en cuatro sectores que afectan directamente la competitividad y la calidad de vida de la región.
Inicialmente se debe priorizar el redireccionamiento a terceros países de los miles de personas que están llegando procedentes de Venezuela. La comunidad internacional jugará un papel protagónico con el apoyo económico y logístico para tal fin. Así mismo, es necesario caracterizar los migrantes y con esa información revisar en la oferta y demanda de los sectores productivos a nivel nacional, de qué manera se pueden incluir laboralmente. En el mediano plazo, será fundamental reestructurar la política migratoria colombiana, ajustándola a la realidad y facilitando los trámites a personas naturales y empresas que deseen instalarse en el país.
Otro tema trascendental es la generación de empleo y la disminución de la informalidad. Para las empresas instaladas en la ciudad es conveniente implementar un régimen arancelario especial (0% arancel para importación de insumos y maquinaria). Entre tanto, para motivar inversión nacional y extranjera por parte de nuevas empresas, creemos útil la generación de condiciones especiales en la tarifa del impuesto sobre la renta y complementario, cumpliendo con una generación de empleo preestablecida. Localmente, sectores como calzado, confección, cuero y arcilla tienen grandes oportunidades para generar empleo, pero necesitan el apoyo económico y logístico de las entidades nacionales para fortalecer sus procesos productivos y ser competitivos a nivel nacional e internacional.
En materia de seguridad el reto tiene dos ingredientes que requieren total atención y compromiso del estado. La tranquilidad de las personas en las ciudades es fundamental para que se recupere la confianza y para eso hay que aumentar la inversión en recursos tecnológicos de apoyo para las autoridades. En lo rural, Norte de Santander necesita tener garantizado el control del Catatumbo donde hay municipios con tierras fértiles y productivas que pueden ser mejor utilizadas en proyectos de agroindustria y ecoturismo.
Por último y no menos importante, se hace necesaria la atención prioritaria a la infraestructura de la región. Hay que generar un tratamiento especial para las empresas que exploten las reservas probadas de gas y petróleo en Norte de Santander, permitiendo viabilizar proyectos de generación de energía, convirtiéndose así en una posibilidad real para el desarrollo productivo regional. Así mismo, el gobierno deberá acompañar con rigor las obras de la doble calzada Cúcuta – Pamplona – Bucaramanga para que su ejecución se haga en los tiempos acordados. Qué bueno sería hacer realidad la vía Tibú-Convención-La Mata para acercar los productos de la región a los puertos colombianos, además generando desarrollo, seguridad y soberanía.
Estos temas que consideramos fundamentales para el desarrollo y la competitividad de la región deben ser incluidos en un plan integral de inversión que tendrá que estar entre las prioridades en el corto plazo para el nuevo gobierno. Al próximo presidente Iván Duque hay que decirle, que el Norte de Santander es optimista con su gobierno y que estamos dispuestos sector privado, público y región a trabajar para hacer realidad las soluciones necesarias de los retos históricos que tiene nuestro departamento.