El Decreto 2226 de 2019 reglamentó inicialmente la Ley 1951 de 2019 que creó el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (Minciencias).
Al presentar oficialmente los resultados de la Misión de Sabios, el presidente Duque manifestó que sus resultados serían implementados por dicho ministerio.
Durante el 2020 se llevó a cabo un trabajo con los actores del sistema que permitió la elaboración de una propuesta de decreto por el cual se reglamenta el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación.
El viernes 12 de noviembre, a las 4:15 de la tarde, víspera del festivo del 15 de noviembre, se publicó el proyecto de decreto para comentarios de la comunidad y se cerró cinco días después, incluyendo los tres días del festivo, según señaló el consultor independiente, Iván Montenegro Trujillo, en el chat de la Academia Colombiana de Ciencias.
Como era de esperarse, prácticamente no hubo tiempo para hacer comentarios, excepto por personas que, como el senador Iván Agudelo, han estado al frente de todo lo que tiene que ver con Minciencias y lograron introducir algunas anotaciones.
De hecho, fue Agudelo quien introdujo el proyecto de ley que eventualmente fue aprobado.
A pesar de las buenas intenciones y de incluir temas que se han tratado en la Academia, el proyecto de ley tiene grandes falencias que fueron señaladas en forma muy clara por una científica de la Universidad Javeriana, Susana Fiorentino, reconocida nacional e internacionalmente y emprendedora de larga data, quien resumió la situación de los emprendedores basados en ciencia y tecnología de la siguiente manera:
Los fondos públicos de financiación están muy deteriorados; el impulso a la competitividad son solo palabras: no hay apoyo para capital que promueva la transferencia de conocimiento a las empresas, no hay fondos de inversión ágiles ni venture capital y aún peor, no hay los llamados matching funds.
Fiorentino ha confirmado la ausencia de estos últimos fondos, sin los que el sistema de innovación se reduce a solo palabrería, con Minciencias, Mincomercio e iNNpulsa.
Además, recibió información del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de que daban recursos para Minciencias e iNNpulsa y en esta última le dijeron que no sabían nada al respecto.
Parecería que los científicos no tienen sino quejas acerca de lo que por un lado afirma el Gobierno y por el otro lado se traduce en resultados efectivos.
Lo que sí podemos decir con certeza es que los emprendimientos que en este momento han sido exitosos se han llevado a cabo sin el apoyo oficial.
Así lo mostró en Blu Radio la creadora de BB Collection quien logró unirse con un empresario español para hacer un emprendimiento internacional de la moda con sede en Madrid. Este es un ejemplo importante para Cúcuta, donde tenemos tantos emprendedores en este renglón tan importante de exportaciones que comparte con Medellín y Bogotá.
Preocupa que sigamos pensando que pasar una ley o un decreto es suficiente para resolver el problema, como pasa en este país sobrediagnosticado y enfermo. Lo importante no es aprobar leyes sino hacer que las existentes tengan los recursos necesarios. Tenemos que cambiar totalmente la idea de que los subsidios reemplazan los verdaderos estímulos económicos para crear empleo.
Hay que recordar el proverbio chino: “Es más importante enseñar a pescar que regalar un pescado”. Pero también se necesita enseñar a hacer la caña de pescar. Y eso implica cambiar nuestra cultura de esperar que el Gobierno resuelva nuestros problemas, cuando somos nosotros mismos los que tenemos que resolverlos. Tenemos que tomar conciencia de nuestras propias fortalezas. Tenemos que creer en nosotros mismos. Tenemos que creer firmemente que somos capaces de todo, como lo muestran prácticamente a diario tantos emprendedores de cualquier sector de la economía, desde la música hasta la gastronomía, que no se quedaron esperando a que el alcalde les regalara “una ayudita” sino que con su propio sudor y trabajo crearon empresas exitosas.