Uno de los oficios más importantes para la seguridad nacional es la de los agentes de inteligencia. Su labor es recolectar información que será usada por las fuerzas del Estado contra el crimen y para ello, exponen la vida y trabajan durante lapsos indeterminados en condiciones extremadamente riesgosas.
Estos agentes, luego de entrar en vigencia la Ley 100 de 1993, fueron excluido del régimen especial que le brindaba las mismas garantías en temas de salud y pensión que tienen los miembros de las Fuerzas Militares. Es tan intangible, silenciosa e ingrata su labor que a pesar de ser parte fundamental de todos los golpes en contra de los grupos armados al margen de la ley, hoy día son tratados por el ordenamiento jurídico como un colombiano regular aunque su horario y el riesgo del trabajo y tiempo de descanso sean completamente diferentes.
Dentro de las operaciones que han llegado a feliz término gracias a los agentes de inteligencia podemos recordar la llamada “Jaque” (julio 2008) en donde se logró el rescate de 15 secuestrados retenidos por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc). En esta operación, los agentes de inteligencia persuadieron a parte del grupo armado para que diera traslado de los secuestrados mientras se activó la operación de rescate.
Recordemos también la operación “Sodoma” (septiembre 2010) en la que gracias a la inteligencia militar se confirmó la necesidad médica del ‘Mono Jojoy’ de usar unas botas especiales, que iban con un dispositivo GPS que, fue fundamental para el golpe.
Como vemos, estamos hablando de personas que por su trabajo, no pueden disfrutar de un solo día de descanso a la semana, que cumplen misiones en la mitad de la selva colombiana y que realizan su labor a través de la infiltración, por lo que deben mantenerse aislados de su familia o seres queridos.
Esta labor, dada su complejidad y peligrosidad no puede circunscribirse a un horario laboral, pues serían necesarios semanas o meses continuos de trabajo para el cumplimiento de la misión asignada. Por eso, pretendemos devolver las garantías pérdidas a estos héroes de guerra, a través de una propuesta legislativa que cursa en el Congreso. ¿Podrán los agentes de inteligencia en el 2017 contar con un régimen que les retribuya su labor?